Cabecera La Mirada Fotográfica

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jueves, 27 de octubre de 2022

ALTÍSIMO NIVEL EN EL XXI SEMINARIO DE FOTOGRAFÍA Y PERIODISMO DE ALBARRACÍN

Foto de Grupo de los asistentes al Seminario

Ya de vuelta en casa tras cuatro agotadoras jornadas de vivir intensamente la fotografía a través de un programa en el que se han alternado las ponencias de reconocidos profesionales con el visionado de portfolios y los audiovisuales que hemos podido disfrutar tanto en las salas de la Fundación Santa María como en el incomparable marco de la Iglesia de Santa María de Albarracín, una construcción de estilo mudéjar que fue declarada monumento nacional en 1931.

Bleda y Rosa, Carlos Pérez Naval, Joaquín Tornero (Ganador de la anterior edición), Lua Ribeira, Nuria López Torres, Carmenchu Alemán, Joan Guerrero, Diego Ibarra, Plácid García Planas, Arnau González i Vilalta y Concha Casajús, han sido los encargados de introducir a los presentes, profesionales y amantes de la fotografía, en sus trabajos y sus distintos estilos fotográficos a través de una serie de conferencias en las que hemos podido disfrutar también de una muestra de su imágenes. 

Carlos Pérez Naval

Carmenchu Alemán

Joan Guerrero

Han destacado especialmente para el público presente Carlos Pérez Naval por su juventud, diecisiete años recién cumplidos y ya apunta maneras, Joan Guerrero, en el otro extremo con 82 años de veteranía y que además de sus maravillosas fotos nos ha dado una gran lección de humanidad y humildad y Carmenchu  Alemán, quien con su proyeción “Invierno Profano” ha recibido una de las mayores y unánimes ovaciones de todas las jornadas. 

Gisela Fernández-Pretel

La tensión se respiraba el último día a la espera de que se nombrará a los ganadores de las becas que cada año se ofrecen en el Seminario. Desilusión para algunos, y una gran alegría y emoción para otros. La ganadora de la Beca DKV, la más importante de las que se reparten dotada con 8.000 €, ha sido Gisela Fernández-Pretel, una granadina afincada en Madrid, fotógrafa documental y humanitaria, habitual colaboradora del proyecto de cooperación sanitaria de cirujanos españoles en Turkana (norte de Kenia). Su trabajo “Acompañando a Rosa”, documenta la dura realidad de una mujer aquejada de obesidad mórbida a lo largo de tres años, en los que la propia autora ha formado parte del día a día de esta persona y le ha ayudado a superar los obstáculos para conseguir una vida mejor y más plena. El tema está tratado con gran delicadeza y las imágenes resultan a veces duras pero también bellas y esperanzadoras. 

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Diego Ibarra, Joan Guerrero, Gervasio Sánchez, María Bleda, José Luis Amores, Concha Casajús, Carmenchu Alemán, Jose María Rosa, Sandra Balsells, Lúa Riveira y Nuria López Torres

El segundo premio en importancia económica, la Beca EFTI, valorada en 2,280 € que le permitirán realizar el curso de Fotoperiodismo y Reportaje en EFTI, Centro Internacional de Fotografía y Cine, ha sido para Virginia Villacisla López Díaz por su trabajo “Presencio and the rural kids”.  Este proyecto ahonda en la identidad y la memoria asociadas a espacios en transición, pueblos que quedaron semiabandonados y en los que con el paso del tiempo los hijos y nietos de sus moradores originales han establecido una segunda residencia para los veranos y los fines de semana. 



El resto de los galardonados con las becas de la propia Fundación, que consiste en la gratuidad de la inscripción completa para la siguiente edición del seminario, además de la exhibición de una proyección audiovisual de su trabajo, han sido: Mauro Curti por su trabajo “Ritorni”, María Gregori Gubern con “Atrapadas”, Rebeca Mayorga Fernández  por “Cuerpos rotos” y María Torija Alonso por “Umbral”. 

Diego Ibarra, Carmenchu Alemán y Concha Casajús


Aunque éstos han sido los trabajos ganadores ha habido muchos otros que podrían haber estado entre los primeros, de hecho el jurado, compuesto por el director del seminario Gervasio Sánchez, su colaboradora y parte fundamental del entramado Sandra Balsells, el director de la Escuela EFTI José Luis Amores y los fotógrafos Lúa Ribeira, Nuria López Torres, Carmenchu Alemán, Juan Guerrero, Diego Ibarra, Concha Casajús y José Miguel Marco, han tenido que dilucidar durante largas jornadas para reducir el número de finalistas de 37 seleccionados en un primer lugar a 15  y para finalmente nominar a los premiados. No han faltado divertidas anécdotas durante las sesiones como un maletín que ha pululado por las salas durante todas las jornadas y que resultó duro de abrir para los miembros del jurado. 


Ahora queda un largo trabajo por delante para todos los seleccionados quienes bajo la supervisión de Sandra Balsells tendrán diez meses para preparar un nuevo proyecto que deberán presentar en la próxima edición. 

Un especial aplauso para todo el personal que ha hecho posible que disfrutáramos de estas jornadas, videocámara, técnicos de sonido e imagen, personal de intendencia y los fotógrafos Josep García y Rubén Vicente Heras, que son los autores de las imágenes que se muestran en este artículo. 

martes, 18 de octubre de 2022

CRISTOBAL HARA GANA EL PREMIO NACIONAL DE FOTOGRAFÍA

© Conchita Meléndez

El Ministerio de Cultura y Deporte ha anunciad este martes la concesión del Premio Nacional de Fotografía 2022 al fotógrafo Cristóbal Hara por “la aportación única que representa su trayectoria, con un lenguaje singular, y por la influencia que su obra tiene en el imaginario fotográfico español, con una producción en la que resuena la pintura, la literatura y la cultura popular, donde se diluyen las fronteras que separan el documento de la ficción.”

 El jurado, presidido por Isaac Sastre de Diego, director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, y actuando como vicepresidenta, Mercedes Roldán Sánchez, subdirectora general de Museos Estatales, ha estado formado por Pilar Aymerich Puig, Premio Nacional de Fotografía 2021; Nicolás Combarro García, artista visual, cineasta y comisario de exposiciones; Lee Douglas, investigadora y docente; Inés Plasencia Camps, investigadora, docente y gestora cultural; Rosalind Williams, comisaria independiente de exposiciones y artista visual; Ramón Reverté Mascó, editor y director creativo de la Editorial RM; Sandra Moratinos Maunac, comisaria independiente de exposiciones; José Enrique Font de Mora Busutil, director de la Fundación Foto Colectania y María Teresa Méndez Baiges, catedrática de Historia del arte de la Universidad de Málaga.


Cristóbal Hara pertenece a una generación de fotógrafos que ha trillado los caminos de la Península Ibérica en su incansable búsqueda de un mundo de tradiciones y costumbres, de ritos y también de formas de entender la vida, pero al contrario que sus compañeros entre los que podríamos citar a Cristina García Rodero (Premio Nacional de Fotografía 1996), Ramón Zabalza, Koldo Chamorro o Fernando Herráez, que acostumbraban hacer sus trabajos en blanco y negro, Hara apostó desde muy temprano por un cambio radical al pensar que sus imágenes eran correctas pero aburridas, así que se decidió a trabajar en color en un momento en el que éste sólo se utilizaba en el mundo de la publicidad. 


Dice el autor que desde que empezó a trabajar en color tiene siempre tan poco control sobre sus imágenes que le parece un milagro que sean coherentes entre sí y que la gente reconozca su autoría. Con el tiempo Hara aprendió a dar una relativa liberta a la máquina para que hiciera la foto según sus características e idiosincrasia, “Puedes ajustar los valores, establecer la relación entre lo próximo y el fondo, apuntarla desde distintos ángulos, pero a pesar de todo ello la cámara no ve de la misma manera que lo haces tú y eso permite un punto imprevisible que a veces hace que la fotografía resulte diferente.”


Cristóbal Hara es de esos fotógrafos que vuelve repetidamente a sitios ya conocidos y plasmados sabiendo que hay ciertas posibilidades que no logró aprovechar en su momento. Sin embargo no trata de repetir lo ya hecho sino que parte de cero como si nunca hubiera estado allí y se mantiene sensible a cualquier imprevisto que puede llevarle a esa imagen única que siempre anda buscando y que destaca del resto de lo realizado. 


Cuando Cristóbal Hara llegó a España en 1980, después de haber trabajado en otros lugares como Londres donde trabajó para la agencia de John Hillelson, se encontró un país incapaz de entender lo importante que era la fotografía y se propuso dos cosas, una hacer un libro sobre España y la otra conseguir que en este país se pudiera ejercer la profesión de fotógrafo con dignidad. La primera la ha conseguido no una sino varias veces, en cuanto a la segunda nos encontramos ante una lucha constante que sigue en pie de guerra. 


Las fotografías de Hara cuelgan hoy de los muros de algunas de la más importantes pinacotecas del mundo como El Museo Reina Sofía, el Victoria & Albert de Londres o el Art Institute of Chicago. En España pudimos ver una muestra de su trabajo en el año 2006 durante el Festival de PHotoEspaña, que con el nombre de Contranatura inauguró una exposición que constituye una revisión de la obra del artista en clave de naturaleza y presenta la visión más contemporánea del día a día en el medio rural en España. 

Cristóbal Hara ha publicado varios libros entre los que se encuentran sus Ensayos Banales (que responden a los títulos de ‘Archipiélago’, ‘Al escondite’,  ‘El caballo de Troya’, ‘Quo Vadis’, ‘Los Rojos’ ‘De qué lado estás’ y ‘Flores’), Vanitas, España Color 1985-2020, Contra Natura, 4 Cosas de España o Lances de Aldea. 


Imágenes incluidas en el reportaje © Cristobal Hara

viernes, 14 de octubre de 2022

LA FUNDACIÓN JUAN MARCH PRESENTA “DETENTE, INSTANTE”

 

Man Ray

La Fundación Juan March nos propone una historia de la fotografía, una panorámica que abarca desde su nacimiento hacia 1840 hasta el año 2017. Se trata pues de una visión temporal, pero es también una visión en algún modo temática y personal, pues a pesar de abarcar diversos estilos fotográficos, parte de la premisa de haber sido construida a través de dos colecciones. La muestra que consta de una cuidada selección de alrededor de 300 fotografías, la mayoría de ellas copias de época, forma parte de las colecciones privadas de Dietmar Siegert de Alemania y Enrique Ordoñez e Isabel Falcón de España. 


Sin embargo, y en contra de lo que pueda parecer, no se trata de dos exposiciones conjuntas sino que los comisarios Urlrich Pohlmann, jefe del Departamento de Fotografía del Stadtmuseum de Múnich, Manuel Fontán del Junco y María Zozaya, Director de Exposiciones y Museos y Jefa de Proyectos Expositivos de la Fundación Juan March, han sabido aunar las dos colecciones de modo que podemos observar una única muestra perfectamente hilvanada con una visión personal, pionera y rigurosa. 

Sommer

Anónimo

La exposición está dividida en seis capítulos que recogen la infancia, la juventud, la madurez y quizás el futuro de la fotografía, pero se permit3 saltos en el orden cronológico e intencionados anacronismos que buscan resaltar paralelismos y temas recurrentes a lo largo de los siglos. En ella podemos contemplar los diversos géneros que la fotografía ha cultivado a través de sus casi dos siglos de existencia, desde el retrato al desnudo, desde el paisaje a las naturalezas muertas, o también la fotografía abstracta o experimental. El paso del tiempo también nos permite observar los diversos métodos empleados para capturar y fijar la imagen y también vislumbrar las transformaciones de la sociedad o la exploración científica de la psicología humana. 



Pensada para el público en general y no solo para especialistas o gentes afines al mundo de la fotografía, la muestra reúne obras de 250 fotógrafos, algunos tan conocidos y admirados como Irving Pen, Man Ray, Jeff Wall, Cartier-Bresson, Brasaï, Diane Arbus, Robert Mapplethorpe, Wolfgang Tillmans o también algunos fotógrafos españoles como Alberto García Alix, Chema Madoz, Cristina García Rodero, Fontcuberta o Luis Baylon. Hay también en la muestra algunas fotografías anónimas, que no desmerecen en absoluto del resto de la colección y es que como decía Walter Benjamín en su Libro de los Pasajes, “coleccionar es hacerse con una parte del mundo y el coleccionista impone de alguna manera su visión del mundo.”

Mayer

Brassai

El proyecto expositivo permite ir desde las raíces de la fotografía a la obra más reciente sin que la transición cause sobresaltos porque una obra del XIX puede ser tan contemporánea como antigua una imagen contemporánea. La fotografía representa en gran medida, más que lo que el fotógrafo trata de reproducir, lo que cada uno de los que la contemplamos somos capaces de ver y en ese sentido se aproxima en gran medida a la literatura. 


Hofer

Decía Paul Klee que la fotografía hace visible lo invisible, destapa algo oculto para mostrar el interior. Es como una ventana a través de la cual nos asomamos a otros tiempos o a otras partes del mundo. Con todo ello, la muestra que nos ofrece la Fundación Juan March y que podrá visitarse hasta el 15 de enero de 2023, pretende “construir un lugar continuo, fluido, donde las palabras del Fausto de Goethe, ‘Detente, Instante’,  inspiran un escenario en suspensión temporal y espacial, en aras de propiciar una experiencia ligera, abierta y permeable de los 150 años de historia capturados”.

Mapplethorpe


En torno a la exposición se han programado diversas actividades: El próximo 17 de octubre a las 18:30h el fotógrafo, historiador y crítico Joan Fontcuberta y el fotoperiodista Samuel Aranda debatirán junto a los periodistas Íñigo Alfonso y Alejandra Herranz sobre “El papel de la imagen en la sociedad actual”. También el 27 de octubre a las 18:30h tendrá lugar “Acerca de la exposición Detente, instante. Una historia de la fotografía”, un coloquio entre el coleccionista Enrique Ordóñez, el escritor y académico Antonio Muñoz Molina y Manuel Fontán del Junco, moderado por la periodista Lara Siscar que desgranará algunos aspectos de la concepción y organización de la exposición. 

Anónimo

Para los interesados en perpetuar esta exposición a posteriori o de profundizar más ella, se ha elaborado un completo catálogo que contiene textos de Antonio Muñoz Molina, Paul Ingendaay, Clément Chéroux y Ulrich Pohlmann.


domingo, 9 de octubre de 2022

HERGÉ VERSUS TINTIN


Para los niños de mi generación los tebeos, el término comic no llegó hasta mucho tiempo después, fueron una especie de iniciación a la lectura. Con ellos aprendimos a leer, a meternos en la piel de los personajes que rellenaban las viñetas de aquellas revistas ilustradas y a soñar con que algún día seríamos tan heroicos o divertidos como ellos. La exigua paga semanal se repartía por igual entre las codiciadas publicaciones y los sobre de cromos de alguna colección que estuviera en boga en aquel momento e incluso a algunos, los más afortunados,  les llegaba para un chicle Bazoka. De aquella época eran El Capitán Trueno, El guerrero del Antifaz, Hazañas Bélicas, Popeye, Pulgarcito, Sissi, Dorita y muchos otros que en un formato apaisado o vertical y escasas páginas podíamos adquirir por 2 ó 3 pesetas.


Probablemente ya habían llegado a nuestro país aquellas otras revistas de tapa dura, con un papel de mucha más calidad e historias más trabajadas que se dieron en llamar Comics adoptando el término americano, me refiero a Corto Maltés, Asterix y Obelix o por supuesto a Tintín, el intrépido reportero creado por el belga Georges Remi (Hergé)  que nos hizo viajar por el mundo en compañía de su perro Milú. Pero eso yo no lo supe hasta mucho después y aunque los hubiera conocido dudo que hubiera podido permitirme adquirir uno cualquiera de aquellos ejemplares cuyo precio sin duda era muy superior a lo que estábamos acostumbrados. 

Sin embargo desde el momento en que lo descubrí, ya adolescente, aquel joven de edad indefinida  y sus compañeros de aventuras el capitán Haddock, el profesor Tornasol, los detectives Hernández y Fernández o la cantante Bianca Castafiore, me cautivaron por completo. De su mano pude conocer otros países, otras culturas y sobre todo sumergirme en una aureola de misterio que ya anticipaba mis gustos literarios y que no mucho más tarde me llevaron hasta autores como Agatha Christie o George Simenon. 

Ahora Tintín llega al Círculo de Bellas Artes de Madrid donde hasta el 19 de febrero de 2023, los seguidores de este singular personaje podrán visitar Hergé. The Exhibition, una muestra que sumerge a sus visitantes en el universo del genial ilustrador Hergé, el creador de la icónica serie de cómics Las aventuras de Tintín,  y que ha sido considerado por muchos como el padre del cómic europeo. 
 


Aquellos que se adentren en el universo de esta exposición podrán explorar los procesos creativos detrás de los álbumes más emblemáticos de Tintín, sus influencias marcadamente cinematográficas, su diálogo con el arte contemporáneo y hasta su trabajo en el estudio,  pasando desde el modelado de objetos o edificios hasta la coloración, así como por los diferentes medios con los que ha experimentado, entre los que encontramos la pintura, la publicidad gráfica o el dibujo. Y es que Hergé es mucho más que Tintín, pero al mismo tiempo es imposible separarle de éste. Es un claro ejemplo de cómo a veces el autor y el personaje acaban fundiéndose hasta ser casi indistinguibles el uno del otro. Es indudable que Tintín no habría existido sin Hergé pero ¿Qué hubiese sido de Hergé sin Tintín?



La exposición sobre Hergé llega a España precedida de un enorme éxito de público y crítica en ciudades como París, Quebec, Seúl, Shanghái o Lisboa. Está comisariada por Nick Rodwell del Museo Hergé de Louvain-la-Neuve de Bélgica y presentada por Sold Out, cuyo director es Rafael Giménez, en colaboración con el Círculo de Bellas Artes. 

La muestra cuenta con más de 300 piezas originales del universo creativo del autor y también de su colección de arte, así como de los trabajos anteriores a Tintín pues ya  a principios de los años veinte y con solo 14 años, Hergé empezó a publicar sus primeros dibujos en Jamais Assez y luego en Le Boy-Scout, bajo el nombre de Renard Curieux (Zorro Curioso). 




El catálogo de la exposición está diseñado por la editorial Zephyrum, una empresa que lleva años siendo el Distribuidor oficial de Tintín en España, así como también de comercializar Corto Maltese. A la cabeza de la editorial se encuentra Ana Zendrera, que empezó a trabajar en la empresa familiar hace más de 25 años y por tanto conoce a la perfección el universo de Tintín. Esta empresa es también la encargada de distribuir el merchandising, que incluye desde las habituales camisetas, imanes, tazas y demás, hasta delicadas figuras que representan los míticos personajes de las historietas realizados en resinas o porcelanas e incluso una reproducción de un metro y medio de altura del cohete de Objetivo: La Luna, que alcanza un nada desdeñable precio de casi 3,000 €.



La entrada general para ver la exposición tiene un precio de 14,90 € y para niños de entre 3 y 12 años será de 8 €. Los menores de 3 años no pagan entrada. Pueden adquirirse a través de la página herge-exhibition.com