Cabecera La Mirada Fotográfica

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miércoles, 30 de mayo de 2018

BRASAÏ EL FOTÓGRAFO QUE NO QUERÍA SER FOTÓGRAFO


FUNDACIÓN MAPFRE
Sala Recoletos
Paseo de Recoletos, 23  MADRID
Del 31 de Mayo al 2 de Septiembre de 2018

Haute Couture Soirée. 1935 © Estate Brassaï Sucession, París


Tras su paso por Barcelona la Fundación Mapfre trae a su sala del Paseo de Recoletos la obra de uno de los mejores y más famosos fotógrafos del siglo pasado. De origen húngaro pero asentado en Francia Gyulá Halász, más conocido como Brasaï estudió arte en Budapest y Berlín trasladándose después a París donde tenía intención de convertirse en Pintor. Sin embargo la vida no siempre nos depara lo que deseamos y Brasaï necesitaba obtener ingresos que le permitieran vivir y pagar sus clases por lo que comenzó a vender artículos y caricaturas a periódicos alemanes y húngaros obteniendo rápidamente una cierta reputación. Los tiempos cambiaban rápidamente y las fotografías empezaban a sustituir a las ilustraciones tradicionales de periódicos y revistas por lo que Halász tuvo que adaptarse y para ello creo una agencia fotográfica en la cual él era el único empleado. Al principio proporcionaba imágenes hechas por otros fotógrafos, pero evidentemente no le resultaba rentable por lo que se compró una cámara y empezó a realizarlas él mismo. Resultó que aquello se le daba muy bien y acabó convirtiéndose en un gran fotógrafo, aunque nunca le satisfizo esa situación ya que no era lo que deseaba y además le llevó a abandonar la práctica de la pintura y la escultura, aunque más tarde la retomaría a lo largo de su carrera.


A efectos pácticos, Brassaï lanzó su carrera fotográfica a mediados de octubre de 1931 cuando llevó cien copias montadas a la oficina de Vu, donde se las mostró a Vogel que era miembro del consejo editorial de la lujosa revista Arts et Metiers Graphiques. Éste le envió a ver a su editor Peignot, a quen Halász enseñó únicamente veinte de esas imágenes, todas ellas eran fotografías realizadas por la noche. Durante el tiempo que Peignot se tomó para pensárselo Brassaï  hizo otras veinte fotos, encima y debajo de los puentes, en las Tullerías y en las calles lluviosas por la noche. El 5 de noviembre ya había firmado un contrato para hacer “Paris de Nuit”.
                                                                      
Durante la ocupación alemana de París, dejo de hacer fotografías, volvió al dibujo y empezó a escribir. En 1949 obtuvo la nacionalidad francesa. Después de la guerra, volvió a dedicar parte de su tiempo a la fotografía y viajo regularmente por encargo de la revista norteamericana Harper’s Bazaar. Brassaï murió en Beaulieu-sur-Mer en 1984, sin haber regresado nunca a su ciudad natal, Bassó, de la cual tomo el nombre artístico.
 
La Môme Bijou, Bar de la Lune, Montmartre

Jean Genet, Paris. 1948 © Estate Brassaï Sucession, París
 


Aunque fueron muchos los temas que fotografió sin duda la ciudad de París fue su mayor inspiración. Nadie fotografió las noches parisinas como lo hizo él. Sus calles, sus bares, sus lupanares, sus gentes fueron captadas por su cámara una y otra vez, dejándonos un mosaico de imágenes inolvidables. Pero también realizó maravillosos retratos de su círculo más intímo. Picasso, Dalí, Henry Miller (quien dio a Brassaï el apodo de “El ojo de París”), Matisse o Léon-Paul Fargue, fueron algunos de los artistas y escritores a los que inmortalizó. La cercanía a todos estos personajes con los que le unía una gran amistad dio como resultado que sus imágenes estuvieran plenas de franqueza y naturalidad.

Esa naturalidad está presente también en la mayoría de sus fotografías realizadas en la calle. Las personas a las que retrataba eran conscientes de que lo estaba haciendo. Él nunca se ocultaba, aunque hubiera sido difícil, sino imposible, hacerlo ya que al principio solía trabajar con una cámara de placas montada sobre un trípode.

Nude in the Bathtub. 1938 © Estate Brassaï Sucession, París



La muestra que podemos ver en las distintas salas de la Fundación Mapfre, comisariada por Peter Galassi, conservador jefe del Departamento de Fotografía  del Museum of Modern Art de Nueva York, se ha dividido en distintas secciones para facilitar los variados temas del autor. Desde las imágenes de la Ciudad de la Luz, tanto de día como de noche, a los grafitis que tanto apasionaban a BrassaÍ, desde los salones de la alta sociedad, a las habitaciones de los burdeles, desde los más importantes personajes de la época a los ciudadanos desconocidos que poblaban las calles de París, pero también de otras ciudades como Barcelona, Granada o Nueva Orleans, todo ello tiene cabida en esta exposición en la que el cuerpo femenino ocupa un lugar muy destacado, ya que sería inapropiado tratar de ocultar la intensidad de la mirada masculina de Brassaï tras la cortina de una búsqueda puramente estética de la “forma”. Lo más distintivo y poderosos de sus imágenes del cuerpo femenino es su manifiesta urgencia carnal. 

Salvador Daí y Gala, Villa Seurat, París 1932-1933


La muestra se acompaña de un catálogo editado por la Fundación Mapfre disponible en castellano, catalán e inglés, con textos de Peter Galassi, el especialista en fotografía Stuart Alexander y el escritor Antonio Muñoz Molina.

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