Cabecera La Mirada Fotográfica

Cabecera La Mirada Fotográfica

jueves, 25 de noviembre de 2021

TIEMPO Y SOMBRA DE ALBERTO GARCÍA - ALIX Y ÁNGEL HARO

 

© Conchita Meléndez

Hace 17 años Alberto García – Alix y Ángel Haro se conocieron en París en una noche de invierno en casa de un amigo común. Amantes ambos de la luz y de las sombras no tardaron en congeniar y establecer una amistad y un  diálogo que se ha prolongado a lo largo de los años transcurridos desde entonces. El tiempo que crea y diluye las sombras y que a su vez invoca un mundo paralelo que puede ser habitado con cierta inquietud, ha sido a su vez factor clave para dar forma a esta exposición comisariada por Begoña Torres para el Museo Lázaro Galdiano de Madrid en la que se establece un cara a cara entre los dos artistas que desde sus respectivas disciplinas, nutridas desde una poética común, nos muestran una video instalación y un collage como cuerpo de trabajo principal en el que se encuentran ambos. 


La tarea del arte consiste en explorar los límites de la experiencia, en mostrar la infinita y laberíntica complejidad de lo humano, indagando en la orilla de un abismo arriesgado y también compartido, capaz de conducirnos a zonas de la experiencia a las que, de otra manera y como meros espectadores, nunca hubiéramos tenido la osadía de asomarnos.

Esto es precisamente lo que consiguen llevar a cabo Alix-Haro, Haro-Alix en esta exposición, que además de ser una apuesta muy valiente, es un proyecto de reflexión, una correspondencia estimulante y productiva entre dos artistas, sus maneras de hacer, sus trayectorias, sus dicciones, procedimientos y sus diversas capacidades técnicas.

©José Luis Santalla

No se trata de una confrontación, no es un combate o un duelo, es una simbiosis, un “cara a cara” que genera una intensa y genial complicidad, en la que cada uno cuenta con su propia voz. Aun trabajando desde naturalezas que pueden parecer opuestas y a pesar de ser plenamente conscientes del carácter necesariamente incompleto y solitario de la experiencia creadora, ambos están dispuestos a explorar caminos que no muchos más se atreven a transitar.

©José Luis Santalla

Es también un diálogo entre los diversos lenguajes y medios artísticos (escultura, pintura, fotografía, video, etc.) donde los dos se desprenden de sus conocimientos previos para llegar a una nueva síntesis, a un replanteamiento del hecho artístico, que abordan desde caminos completamente personales y sensibilidades compartidas.

Con el tiempo y la sombra como motivo central, como soporte de su propuesta, son capaces de adentrarse en un terreno que tiene mucho de inexplorado y de búsqueda personal, de tensión dialéctica entre temas tan fascinantes como el doble y el espejo, la realidad y la ficción, el “otro” y el “yo”, la noche y el sueño, la ilusión y el engaño, la memoria y lo inasible, en un juego constante entre diversas iconografías y lenguajes que se entrecruzan y yuxtaponen.

©José Luis Santalla

“Compartimos un diálogo. Nos fusionamos en un latido común y acompasado. 
El tiempo asola al tiempo. Lo hace volar, lo ilumina y lo oculta. 
Fondo de sombras. Naturaleza de carne y tinta. Espinas y ladrillos. 

Un aletear de pájaros…

Un devenir e irse. Una recreación constante. 
El tiempo como una máscara.
Lo efímero lo llevamos escrito en el rostro.
Somos salvajes enfrentados a un futuro que nos transmuta. 

Alberto García – Alix”

© Conchita Meléndez

viernes, 5 de noviembre de 2021

LA ESPAÑA DEL SIGLO XX REGISTRADA POR ALFONSO EN LA SALA CANAL DE ISABEL II

 

Fiestas de San Antonio, Madrid 1933

La Sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid, en colaboración con La Fábrica, y dentro del festival PHotoESPAÑA 2021, presenta la exposición “Cuidado con la memoria”, dedicada a la saga de los Alfonso, precursores de la fotografía moderna, así como impulsores y renovadores del género de la prensa gráfica y  autora de la memoria visual del dinámico, convulso y trágico siglo XX español. El proyecto se concibe como un recorrido antológico por una selección de más de 150 imágenes (39 originales en las vitrinas y 147 copias fotográficas realizadas a partir de los negativos del Archivo Alfonso) cubriendo diferentes épocas y articulada en diferentes espacios, un viaje por el Madrid y la España del siglo XX, por sus gentes, sus paisajes y sus momentos clave. La muestra reúne también un conjunto de material inédito documental y copias de la época procedentes de dos colecciones privadas y del Archivo General de la Administración, titular del fondo fotográfico de Alfonso. Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, ha sido hoy la encargada de presentar la muestra.

Alfonso XIII de caza

Las fotografías funcionan como verdaderos documentos históricos, como un almanaque fotográfico, recorriendo algunos de los principales episodios de nuestra historia, pero también, escenas de la vida cotidiana y sus retratos de estudio, hasta configurar una historia cuidadosamente trazada.

Celebración de la entrada de las tropas de Franco en Madrid, 1939

Detrás del sello Alfonso no hubo uno, sino cuatro fotógrafos pertenecientes a una saga familiar: el padre, Alfonso (Alfonso Sánchez García) y Alfonsito, el hijo, Alfonso Sánchez Portela principalmente y, también como autores, los otros dos hijos Luis y José. Incluso la madre y las hermanas participaban del negocio familiar trabajando en el estudio. Los Alfonso registraron a través de su cámara fotográfica toda una crónica visual de la España del siglo XX: escenas de la vida cotidiana y protagonistas de un tiempo convulso. La frescura y calidad de sus imágenes consiguieron una nueva mirada para el periodismo gráfico y un destacado protagonismo de la firma Alfonso en el oficio. La obra fotográfica de los Alfonso se compone de 116.000 negativos que dan forma a uno de los archivos más importantes de nuestra historia reciente, valiosísimo legado de incalculable valor.

Por el estudio Alfonso desfilaron todos los protagonistas de la vida cultural, social y política de la primera mitad del siglo XX, pero su cámara también retrató los acontecimientos más transcendentales de la política y sociedad española, la guerra civil y el proceso de transformación del país. 

Combates en la Plaza del Torico, Teruel 1937

Alfonso Sánchez García se inició en el fotorreporterismo gráfico, colaborando con los diarios y publicaciones periódicas más importantes del momento y más tarde se le unirían sus hijos al oficio ofreciendo una singular visión sin precedentes de la época. Desde la monarquía de Alfonso XII, la guerra en Marruecos y el Golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, los felices años veinte y treinta, con imágenes de la vida cotidiana de la ciudad de Madrid, de su tiempo de ocio, sus espectáculos y toreros, sus eventos deportivos, pero también la pobreza y miseria de los arrabales. Su objetivo también captó el advenimiento de la República y fue testigo de la guerra civil española y de sus nefastas consecuencias. 

Escena del Manzanares, Madrid 1935

Esquiadoras en la sierra de Madrid, 1933

Acabada la guerra, y debido a las imágenes realizadas durante el período que habían sido publicadas en distintos medios de prensa lo cual se consideró como prueba de una ideología afín a la Republica, se les retiró el carné de reporteros gráficos y no le sería devuelto a Alfonso padre hasta 1952, dos años antes de morir. También se les prohibió realizar fotos en la calle. El 30 de julio de 1942, el diario El Alcázar les señaló en una columna sin firma titulada “Cuidado con la memoria”. En ella se aludía al silencio y discreción con el que debía trabajar la firma, privada ahora de los permisos para ejercer el fotoperiodismo con el fin de evitar “provocar a los que tienen memoria, ofensas que perdonar y agravios que vencer”.

Llegada de África del Batallón del Regimiento del Rey, Madrid 1925

Durante los primeros años de la posguerra los Alfonso recorren los pueblos cercanos de Madrid haciendo fotografías de retrato y sobre todo de carnet para salir adelante. Abren el estudio Museo en el centro de la capital, concebido no sólo como un estudio de fotografía sino, también, como una sala de exposiciones en la que exhibir retratos de diferentes personalidades del momento. Toreros como Juan Belmonte y Fortuna, e intelectuales como Valle Inclán y Azorín, pero también algunos militares del régimen, pasan por el céntrico estudio. Entre ellos el propio Franco, que llama a Alfonso en distintas ocasiones al Pardo para hacerse retratar.

Proclamación de la Segunda República. Puerta del Sol, Madrid 1931

Segunda vuelta ciclista a España, Madrid 1936

Testigos de la apertura democrática, los Alfonso mantuvieron abierto su estudio principal en la Gran Vía madrileña hasta hace pocos años. La fuerza de sus fotografías reside no solamente en los acontecimientos que representan, sino también en la capacidad evocadora de su tomas, encuadres y texturas. Los Alfonso, con sus imágenes memorables, consiguieron construir un retrato fidedigno a la vez que sugestivo de su tiempo y un espacio que todos  reconocemos como propio y que forma parte de nuestra identidad. 

Vendedora de Pavos, Madrid 1922

El recorrido de la muestra se divide en cuatro capítulos: uno introductorio sobre los estudios Alfonso que se encuentra en la planta baja.  Aquí se exhibe una vitrina con originales (libros, carnés, cartas, recortes de periódico, 14 fotos vintage, etc.), así como una de las cámaras utilizadas en los Estudios Alfonso. La planta se complementa con seis gigantografías de algunas de las fotos más emblemáticas de la saga: los retratos de la Chelito, Alfonso XIII cazador, Pablo Iglesias, Francisco y Ramón Franco en Marruecos, Valle Inclán, así como una instalación emulando el estudio de un fotógrafo de la época.

En la primera planta se muestran 47 fotografías bajo el epígrafe "El imperio de la imagen". En ella se reúne una selección del primer tercio de siglo XX que coincide con el auge de la prensa gráfica.

En la segunda planta, "Los años convulsos", continua el recorrido con los preámbulos, el desarrollo de la guerra civil y el fin de la contienda, a través de otras 47 fotografías.
Verbena popular, Madrid 1922

Un último tramo está dedicado al retrato, como práctica que el estudio trabajó en paralelo a su actividad documental. Aquí se muestran 47 fotografías, entre los que se encuentran rostros de la vida política y cultural de la época como la Familia Real, Alfonso XIII, Pablo Iglesias, Julio Romero de Torres, Gregorio Marañón, Federico García Lorca, Ramón del Valle Inclán, Manuel Azaña y su esposa, Francisco Franco, Antonio Bienvenida o Camilo José Cela.

En la cuba se muestra un video documental con testimonios del comisario de la exposición, Chema Conesa, así como de los especialistas Bárbara Mur, Miguel Sánchez Vigil y Mercedes Martín Palomino, que se ilustran con una nutrida secuencia de fotos, algunas no expuestas.

Ramón María del Valle Inclán paseando por Recoletos, Madrid 1930

La exposición ha sido comisariada por Chema Conesa Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid que tras acabar la licenciatura cursó los estudios de Imagen y Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información. Tras una extensa carrera dedicado al mundo de la prensa actualmente continúa su labor fotográfica y editorial, con la dirección de la colección Photobolsillo, (monografías de fotógrafos españoles editada por La Fábrica), así como con el comisariado de exposiciones y ediciones de otros libros.

La exposición permanecerá abierta al público hasta el 23 de enero del 2022 en la Sala Canal de Isabel II, en su sede de la calle Santa Engracia, 125 de Madrid. 


Todas las imágenes: ©Alfonso.-Vegap,-Madrid,-2021