Cabecera La Mirada Fotográfica

martes, 29 de octubre de 2024
Goya x Lita Cabellut. Misera humanidad, la culpa es tuya.
viernes, 18 de octubre de 2024
BENITO ROMÁN, XV PREMIO NACIONAL DE FOTOGRAFÍA “PIEDAD ISLA 2024”
sábado, 12 de octubre de 2024
LOS RETRATOS DE GÉRARD-PHILIPPE MABILLARD PUEBLAN LOS PASILLOS DEL FERNÁN GÓMEZ
miércoles, 9 de octubre de 2024
El Centro KBR Fundación Mapfre reúne en Barcelona una completa exposición de la obra de Cartier-Bresson
Pintor, dibujante, cineasta, antropólogo y humanista, Henri Cartier-Bresson fue testigo clave de la historia del siglo xx. Nacido en Chanteloup-en-Brie en 1908, fue conocido como el “ojo del siglo”. Observador paciente y silencioso, pero al mismo tiempo ágil y expeditivo, el artista captaba escenas de personas y de acontecimientos con su cámara Leica compacta de 35 mm. Con una obra diversa y variada, la exposición que presenta Fundación MAPFRE recorre toda su trayectoria; desde sus inicios, influido por el surrealismo y la Nueva Visión, pasando por el fotorreportaje, donde destacan algunos de sus trabajos menos conocidos de la década 1960 hasta su estilo intimista de sus últimos años. De esta manera, se desgrana el trabajo de Cartier-Bresson mucho más allá del concepto de “instante decisivo” que le hizo famoso.
El Muro en Berlín Occidental, Alemania, 1962
La muestra bajo el nombre de Watch! Watch! Watch! Ha sido organizada por organizada por Fundación MAPFRE y el Bucerius Kunst Forum en colaboración con la Fondation Henri Cartier-Bresson y permanecerá en los locales del KBr del 11 de octubre de 2024 al 26 de enero de 2025. El comisario encargado de llevar a cabo esta exposición ha sido Ulrich Pohlmann, Conservador jefe de la colección de fotografía del Stadtmuseum de Múnich.
Coronación de Jorge VI, Londres, Inglaterra, 1937
Henri Cartier-Bresson es uno de los fotógrafos más famosos del siglo XX. Como fotoperiodista, fotógrafo artístico y retratista, creó composiciones atemporales y dio forma al estilo de las generaciones posteriores de fotógrafos. Con su talento para anticipar el momento decisivo, capturó encuentros y situaciones espontáneas y se convirtió en uno de los representantes más importantes de la fotografía callejera. Aunque su amplia carrera proporcionó imágenes mucho más allá de eso. Su obra es tan extensa que ya en 1947, el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedicó una retrospectiva a toda su trayectoria. Poco después cofunda la Agencia de fotografía Magnum junto a Robert Capa, David Seymour «Chim», George Rodger, Bill Vandivert, Maria Eisner y Rita Vandivert, que fue la primera presidenta. La agencia se fundó bajo el modelo de una cooperativa y por primera vez eran los propios fotógrafos los que tenían sus derechos, pues hasta entonces la empresa que compraba las fotografías las podía usar siempre que deseara sin pagar más a los fotógrafos.
Nápoles, Italia, 1960
A lo largo de su carrera Cartier-Bresson, tuvo la oportunidad de retratar a personajes como Pablo Picasso, Henri Matisse, Irène Joliot-Curie, Édith Piaf, Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara. También cubrió importantes eventos, como la muerte de Gandhi, la guerra civil española, donde filmó el documental sobre el bando republicano Victorie de la vie, la SGM, en la que estuvo en la Unidad de Cine y Fotografía del ejército galo o la entrada triunfal de Mao Zedong a Pekín. Cartier Bresson fue el primer periodista occidental que pudo visitar la Unión Soviética, tras la muerte de Stalin.
Palacio de Invierno, Leningrado, Rusia, 1973
En el año 2000 creó junto a su esposa, la también fotógrafa Martine Frank, una fundación encargada de reunir sus mejores obras, situada en el barrio parisino de Montparnasse. Varias de las obras que se exhiben ahora en Barcelona provienen de su colección.
Imágenes: © Fondation Henri Cartier-Bresson / Magnum Photos
martes, 8 de octubre de 2024
ESPERPENTO. ARTE POPULAR Y REVOLUCIÓN ESTÉTICA
La exposición que se ha presentado hoy en el Museo Reina Sofía y que estará abierta al público desde el 9 de octubre hasta el 10 de marzo de 2025, en el edificio Sabatini, presenta una relectura del concepto de “esperpento”, entendido como una concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos. Aunque el uso del término «esperpento» no es exclusivo de Ramón María del Valle-Inclán ya que el autor extrajo el término del acervo popular y su etimología es de origen incierto. La muestra que nos ocupa explora las principales estrategias estéticas atribuidas a lo esperpéntico a través de una amplia selección de imágenes, documentos, objetos y obras artísticas de diversa índole.
Lejos de las interpretaciones reduccionistas de quienes consideran el término como un núcleo de pensamiento estético que propone una perspectiva capaz de entender la realidad mediante una combinación de distanciamiento crítico y una deformación grotesca, esta exposición explora su potencial revolucionario basado en un intercambio constante de diversas formas de cultura en sincronía con otros movimientos artísticos de Europa o América Latina que podrían perfectamente situarse, en algunos casos, en la realidad del presente.
La muestra está articulada en ocho secciones en las que tiene cabida un variado repertorio de objetos, obras de arte, e incluso los primeros dispositivos precinamatográficos. Hay que entender que el esperpento no solo se suscribió a lo literario, sino que dada su faceta popular, estuvo presente en muchos otros ámbitos de la cultura. La prensa satírica, las aleluyas, el romance de ciego, la zarzuela o el teatro de revista son claros ejemplos de ello.
La exposición comienza con tres secciones que articulan una genealogía del esperpento a través de la transformación de las relaciones entre tecnología, visión y corporalidad durante el cambio de siglo del XIX al XX. La caricatura política, difundida ampliamente en revistas en las que se daba una clara metamorfosis de humanos en animales con ánimo de ridiculizar a algunos personajes, estaba muy presente en aquellos comienzos al igual que en el teatro de marionetas, el guiñol, las estampas de costumbres o las ilustraciones satíricas.
Otro campo de cultivo que dio paso a la rápida popularización del esperpento fueron los dispositivos ópticos (taumátropo, calidoscopio, zootropo, etc.) que desde el primer tercio del siglo XIX se difundieron rápidamente entre la población como curiosidades de esparcimiento. Estos juguetes ópticos que creaban ilusiones del movimiento, no representaban la realidad sino que a menudo transcendían a ésta produciendo deformidades de la imagen que se quería mostrar. Lo mismo ocurría con determinados espejos, que en su forma cóncava o convexa transformaban a quienes se miraban en ellos en personas diferentes morfológicamente.
La exposición incluye obras de artistas españoles como Eugenio Lucas, Velázquez, José Gutiérrez Solana, María Blanchard, Laxeiro o Rosario de Velasco. También de artistas internacionales como Umberto Boccioni, José Clemente Orozco, André Masson o Caspar Neher. También podemos ver una reconstrucción hecha a escala real del Teatro del Piccoli de Vittorio Podrecca con marionetas originales de la década de 1940.
En las secciones El honor de don Friolera y Martes de Carnaval, (todas las secciones llevan nombres que refieren a obras clave de Valle- Inclán), se aborda todo lo relacionado con la fiesta popular del carnaval, desde máscaras a todo tipo de artefactos culturales de diversa procedencia, que se contraponen al supuesto honor del mundo militar, que adquiere protagonismo durante la dictadura de Primo de Rivera. Encontramos aquí fotografías de la guerra del Rif tomadas por Alfonso Sánchez García y su hijo Alfonso Sánchez Portela, junto a obras de corte caricaturesco como las de Feliu Elías o Juan Gris.
La compañía mexicana Lagartijas tiradas al sol, presenta como epílogo de la muestra una revisión contemporánea de la novela Tirano Banderas, a partir de la versión en bululú (género teatral en el que un solo comediante represeta la totalidad de la obra) ideada por Rivas Cherif, bajo el título No tengo porqué seguir soñando con los cadáveres que he visto.
Fotografías: © Conchita Meléndez