GALERÍA ESPACIOFOTO
C/ Viriato 53, MADRID
Del 3 de Junio al 31 de Julio
Con "Miradas en
Latinoamérica" la galería Espaciofoto (Viriato, 53, Madrid) propone un
recorrido por el archivo fotográfico de Miguel Bergasa, seguramente uno de los
más completos sobre el tema realizado por un fotógrafo español, tanto por el
periodo de tiempo como por el territorio que abarca. Compuesta por 28
fotografías en blanco y negro realizadas a lo largo de más de 30 años, la
exposición se inscribe en la programación de PhotoEspaña 2015.
En 1983 Miguel Bergasa
inicia unos viajes a Latinoamérica que han continuado de manera regular hasta
la actualidad, visitando Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Cuba, Chile,
Uruguay, Panamá y México. En dichos países realiza diversos reportajes
fotográficos, entre ellos la vida de los mennonitas en Paraguay, los pilotos de
aviones carniceros en Bolivia o el día de muertos en México.
El trabajo que presenta en
la galería Espaciofoto nos ofrece una visión más humanista que antropológica y
el titulo de la exposición, Miradas en Latinoamérica, invita a preguntarnos si
el protagonismo se encuentra en la mirada del fotógrafo o en las gentes y
lugares fotografiados.
Si los ojos son el espejo
del alma, la mayoría de estos ojos americanos que nos contemplan desde las
fotografías, ocultan el reflejo de sus almas tras la opacidad de su mirada.
Pocos son los que se entregan. La mayoría cuestionan. Son miradas duras y
cargadas de misterio, unas; otras, cansadas, huidizas, resignadas, temerosas,
ausentes, inseguras, desconfiadas; las hay risueñas, abiertas, resueltas,
curiosas y desafiantes, pero pocas. Son miradas encontradas en Latinoamérica,
ojos de coyas, quechas y aimaras andinos; de guaraníes paraguayos; de mulatos
caribeños y de europeos implantados en el Chaco.
Rafael
Herrera
Hace tiempo que Miguel
Bergasa mira a América Latina, merodea sus parajes y sus lugares y, sobre todo,
busca miradas con las cuales confrontarse. Dicen que todo retrato es
básicamente la captación de una mirada, si es así, quizá el enfrentamiento que
esa mirada implica termina retratando también a quien retrata. Todo retrato,
por eso, es en parte un autorretrato pues refleja no solo una situación del
personaje que posa sino una relación entre él y quien le está mirando. Las
personas a quienes Bergasa representa no son sorprendidas en situaciones
casuales o exóticas: están allí posando, deliberadamente, cumpliendo un
acuerdo, cómplices u oponentes, pero distintos siempre. Por eso Bergasa como
todo buen retratista, no cae en folklorismos: no busca tematizar lo típico sino
lo diferente, lo que está enfrente, observando, sosteniendo la mirada.
Osvaldo
Salerno
La exposición se complementa
con un libro-catálogo.
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