Cabecera La Mirada Fotográfica

Cabecera La Mirada Fotográfica

viernes, 27 de octubre de 2023

EL FERNÁN GÓMEZ-CENTRO CULTURAL DE LA VILLA CELEBRA EL DÍA DE MUERTOS CON UN ALTAR DEDICADO A ARTISTAS FALLECIDOS EN 2023

 


El Teatro Fernán Gómez se une, por cuarto año consecutivo, a la celebración del Día de Muertos con un musical, que tendrá una única representación el día 1 de noviembre en la sala Guirau, talleres infantiles de creación de calaveritas, móviles y de maquillaje de catrinas  y un altar dedicado a artistas fallecidos en 2023. En esta celebración ancestral, la tristeza y la nostalgia se convierten en fiesta, gozo y desparpajo, pues simboliza el encuentro entre los vivos y los difuntos, que por unas horas regresan al mundo de los vivos para unirse a sus familiares. 

Ana Paola de la Cruz y Tania sierra son las autoras de Dia de muertos: el musical, dirigido por la primera y que estará interpretado por María Gasca. Es una obra de pequeño formato y carácter multidisciplinar donde el canto, la danza, la música y la teatralidad se dan la mano y donde se distingue La Catrina que, hasta hoy, es el símbolo mexicano más popular y cuyo expléndido maquillaje ha sido realizado por Alfiya Makeup. La obra plasma, de forma gráfica y visual, lo que en México viven cada año en el mes de noviembre donde las calles de este país se tiñen  de color naranja, todo huele a cempasúchil, a chocolate y a pan de muerto. 

En cuanto al altar, que estará expuesto desde el 24 de octubre hasta el 5 de noviembre, se le ha dedicado a algunos de los artistas fallecidos en 2023 y que de un modo u otro tuvieron algún tipo de relación con el Centro Cultural de la Villa: Carmen Sevilla, Antonio Gala, María Jiménez, Francisco Ibáñez, Laura Valenzuela y Carlos Saura.

El altar de muertos es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos. Se tiene la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida. El Día de Muertos es reconocido internacionalmente: en 2003 fue declarado Patrimonio Mundial Inmaterial por la UNESCO, considerada como "una de las más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo. La creencia es que por unas horas ellos regresan al mundo de los vivos para unirse a nuestras familias. Significa compartir con los parientes y amigos fallecidos ciertos goces de la vida. El altar, como elemento tangible de tal sincretismo, se conforma de la siguiente manera:

Las ofrendas deben contener una serie de elementos y símbolos que inviten al espíritu a viajar desde el mundo de los muertos para que conviva ese día con sus deudos.

Imagen del difunto. Dicha imagen honra la parte más alta del altar. Se coloca de espaldas, y frente a ella se pone un espejo para que el difunto solo pueda ver el reflejo de sus deudos, y estos vean a su vez únicamente el del difunto.

La cruz. Utilizada en todos los altares, es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas como la veneración de los muertos. La cruz va en la parte superior del altar, a un lado de la imagen del difunto, y puede ser de sal o de ceniza.

Copal e incienso. El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías de un lugar y las de quien lo utiliza; el incienso santifica el ambiente.

Flores. Son el ornato usual en los altares y en el sepulcro. La flor de cempasúchil es la flor que su aroma. sirve de guía a los espíritus en este mundo.

Papel picado. Es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento. 

 

Velas, veladoras y cirios. Todos estos elementos se consideran como una luz que guía en  este mundo. 

Calaveras. Las calaveras son distribuidas en todo el altar y pueden ser de azúcar, barro o yeso, con adornos de colores; se les considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta siempre se encuentra presente.

Comida. El alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se pone para que el alma vistada lo disfrute. 

Bebidas alcohólicas. Son bebidas del gusto del difunto denominados "trago" Generalmente son "caballitos" de tequila, pulque o mezcal.

Objetos personales. Se colocan igualmente artículos pertenecientes en vida a los difuntos, con la finalidad de que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida.

El altar evoca constantemente los elementos que le dieron origen y que lo traducen en una repetición y evocación constantes del mundo indígena y del católico, con símbolos que adquieren un nuevo significado. La muerte es concebida como una nueva etapa: el muerto viene, camina y observa el altar, percibe, huele, prueba, escucha.

No es un ser ajeno, sino una presencia viva. La metáfora de la vida misma se cuenta en un altar, y se entiende a la muerte como un renacer constante, como un proceso infinito que nos hace comprender que los que hoy estamos ofreciendo seremos mañana invitados a la fiesta. Y es de esta manera como honramos a nuestros antepasados y amigos fallecidos de una manera colorida, festiva y llena de amor.





martes, 10 de octubre de 2023

MATHIEU PERNOT MUESTRA SU TRABAJO EN LA FUNDACIÓN MAPFRE

 

© Mathieu Pernot

La exposición “Documento/Monumento”, que podrá visitarse en la Fundación Mapfre hasta el día 7 de enero de 2024 y que ha sido comisariada por Victoria del Val,  abarca más de treinta años de trabajo de Mathieu Pernot, una amplia selección desde principios de los años noventa hasta la actualidad. Esta muestra, su primera retrospectiva en España, se plantea de manera diferente a otras anteriores, pues en ella se relacionan corpus elaborados en temporalidades distintas y que en algunos casos nunca se habían visto. Destacamos las imágenes realizadas en los clubes de boxeo de Marsella en 1994 y la serie más reciente hecha hace unos meses en Melilla por encargo de Fundación MAPFRE. También se exponen por primera vez las fotografías de los edificios destruidos de Beirut en 2000, después de la guerra civil libanesa, que veremos en esta exposición situadas cerca de las de voladuras controladas de edificios en suburbios franceses. La serie «Los que gritan» se exhibe junto al material gráfico procedente de la cárcel parisina de La Santé.  

© Mathieu Pernot

© Mathieu Pernot

La selección incluye «Los Gorgan», uno de los trabajos fundamentales que acompaña a Pernot desde los inicios de su actividad fotográfica hasta ahora. La familia Gorgan está presente en distintos espacios de la exposición y protagoniza varias series. Sus miembros se han convertido en las figuras principales del discurso artístico de Pernot, tanto por su magnetismo y el poder de encarnación de sus integrantes como porque sus vidas se cruzan con la historia de la comunidad gitana a lo largo de los siglos.  Se nota el largo tiempo que el fotógrafo ha dedicado a este trabajo, la familiaridad con los retratados, lo cómodos que se siente ante su cámara, como si ésta no existiera, la complicidad. Eso convierte la selección en uno de los mejores proyectos de Pernot.


El mundo del pueblo gitano ha sido un tema recurrente desde los inicios de la fotografía. Pernot es consciente de ello, pero su aproximación es muy diferente y está totalmente alejada de las imágenes que tradicionalmente muestran a esta colectividad. En este proyecto, el autor no pretende representar a una comunidad, sino el destino singular de cada uno de los miembros de una familia.

Muchos de los trabajos de Mathieu Pernot tienen como protagonistas situaciones y realidades que se encuentran en los márgenes de nuestra sociedad: los migrantes, los gitanos, los desplazados o las víctimas de los conflictos bélicos. Pernot nos presenta sus vidas concretas y cotidianas, alejadas de los grandes relatos de la historia y sus acontecimientos más o menos trágicos. Todos estos personajes se mezclan y entrecruzan en sus series y trabajos a lo largo de los años creando un discurso artístico que plantea nuevas y diferentes lecturas de nuestra propia historia.  

Los libros de Pernot tienen un papel destacado en su trayectoria, pues cuenta con casi una veintena de títulos publicados hasta la fecha. Esta faceta de editor también se pone de relieve en la exposición con una selección de sus principales proyectos, concebidos de manera diferente y complementaria a las propuestas expositivas. 

Para la exposición se ha creado un catálogo que incluye una amplia selección de obras representativas de los temas que articulan la exposición que acompaña. Destaca la incorporación de «Melilla», serie llevada a cabo por el artista a finales de 2022 como resultado del encargo realizado por Fundación MAPFRE con ocasión de la exposición.

Este volumen cuenta, además, con una conversación entre el artista y Victoria del Val, comisaria del proyecto, así como con ensayos críticos de Ilsen About y Ernst van Alphen, especialistas en migraciones y estudios fotográficos, y de la historiadora de la fotografía Luce Lebart. Los textos están ilustrados con imágenes del artista que no forman parte de la muestra, entre otras.




jueves, 5 de octubre de 2023

BEN SHAHN. DE LA NO CONFORMIDAD

 


De la no conformidad se adentra en la poliédrica obra de Ben Shahn (Kaunas, 1898 - Nueva York, 1969), una figura fundamental del realismo social norteamericano. Este emigrante judío de clase trabajadora procedente de la Europa del Este se convirtió en uno de los artistas más destacados, prolíficos y progresistas de Estados Unidos entre las décadas de 1930 y 1960. Su obra aborda algunos momentos decisivos de la historia del siglo XX, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, desde la época del New Deal a la Guerra de Vietnam.



 

De la no conformidad es la primera retrospectiva en España de Ben Shahn  y la primera antológica suya que se realiza en Europa desde 1963. Organizada por el Museo Reina Sofía, reúne cerca de 200 obras procedentes de 50 museos, galerías, archivos y colecciones privadas de Estados Unidos y de España (entre ellos el Museo Whitney y el MoMa de Nueva York), así como abundante material documental y fotografías originales del Smithsonian Institution’s Archives of American Art y el Harvard Art Museums.

Reconocido como uno de los grandes representantes del realismo social estadounidense y como un acérrimo defensor de la justicia social, la muestra repasa el polifacético trabajo de este inmigrante de clase trabajadora de una familia judía, quien se preocupó de los asuntos transcendentales de la historia del siglo XX, como la Gran Depresión y el New Deal en Estados Unidos; el ascenso del fascismo europeo; la barbarie de la II Guerra Mundial; el Macartismo y la represión de las libertades individuales durante la Guerra Fría; la amenaza de aniquilación nuclear en la era atómica; y las luchas por los derechos laborales, civiles y humanos cuando los movimientos de descolonización habían empezado a extenderse por todo el planeta y, ya al final se su vida, la guerra de Vietnam. También sus trabajos más líricos y espirituales, que a menudo incorporan pasajes de la biblia hebrea, portan un contenido social.


Shahn utilizó múltiples medios en su obra (pinturas al temple, acuarelas y gouaches, carteles y bocetos para murales, fotografías y dibujos). También se dedicó al diseño comercial de libros y revistas ilustradas. La exposición, que coincide con el 125º aniversario de su nacimiento, muestra el excepcional y experimental proceso creativo del artista, que implicaba la utilización de fuentes fotográficas como recurso, la reutilización de motivos y la búsqueda de formas artísticas que pudieran llegar a un amplio público.



En los años cincuenta Ben Shahn fue un artista de enorme popularidad, llegando a representar a los Estados Unidos, junto a Willem de Kooning, en la bienal de Venecia de 1954 y fue objeto de numerosas exposiciones, programas de televisión y publicaciones.

Asimismo, en los años 30, Shahn se aficionó a la fotografía, buscando una estética de reportaje y detalles "auténticos" para su pintura de realismo social. Con una Leica de 35 mm e inspirado por su compañera Bernarda Bryson, el artista fotografió de forma espontánea en Nueva York a ciudadanos en las calles, a jóvenes encarcelados en prisiones, y a artistas-activistas que se manifestaban para conseguir puestos de trabajo utilizando su arte como arma en la lucha de clases. Al igual que ocurrió con las fotografías de los periódicos, comenzó a utilizar desde entonces las suyas propias como elemento recurrente de sus pinturas y posters.


Como decidido defensor del New Deal del presidente Franklin Delano Roosevelt, cuyos programas sociales sin precedentes devolvieron el trabajo a millones de estadounidenses tras la crisis, Shahn aceptó trabajar para la Administración Agrícola RA), más tarde rebautizada como Administración de Seguridad Agrícola (FSA), cuyo objetivo era combatir la devastación causada por el Dust Bowl (fuertes tormentas de polvo causadas por la sequía) y la crisis agrícola del país. Sus fotografías, primero utilizadas en posters de la RA, sirvieron para demostrar la necesidad de programas federales de ayuda que reubicaban y reciclaban a los trabajadores rurales.

También están presentes en la exposición sus carteles a favor de los trabajadores, los defensores de los derechos civiles, o el apoyo nacional al esfuerzo bélico durante la guerra. 

La extensa obra de Ben Shahn está recogida en un catálogo que se ha publicado con motivo de la exposición, que se podrá visitar en Museo Reina Sofía, Edificio Sabatini, 1ª planta desde el 4 de octubre hasta el 26 de febre