Cabecera La Mirada Fotográfica

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sábado, 5 de junio de 2021

EL CÍRCULO DE BELLAS ARTES PARTICIPA EN PHOTOESPAÑA CON CUATRO INTERESANTES MUESTRAS

 

© Guy Tillim

El Círculo de Bellas Artes, aglutina cuatro muestras con las que la sala participara en la XXIV edición de PHotoESPAÑA. Propuestas muy variadas que abordan la fotografía del continente africano; profundizan en los orígenes de la Premio Nacional de Fotografía Ouka Leele y nos descubren el lado más noctámbulo y canalla de Paris y Nueva York en los años 70 del siglo pasado.

Elvira Dyangani Ose, comisaria invitada de PHotoESPAÑA 2021 construye en la muestra Eventos de lo social. Retrato e imaginario colectivo. Fotografía africana en The Walther Collection un completo recorrido por la historia de la fotografía del continente africanao y su diáspora,  una exposición colectiva que cuenta con mas de 400 imágenes, todas ellas incluidas entre los fondos de The Walther Collection.

© Samuel Foso

© Seydou Keita

Se trata de una de las más importantes colecciones de fotografía y arte visual de artistas africanos o afrodescendientes, que incluye obras modernas, contemporáneas, fotografía del siglo XIX de Europa y África, e imágenes vernáculas.
 
En esta ocasión, la muestra incluye obras de autores tan diversos como Malick Sidibé, Jo Ractliffe, Grace Ndiritu, Zanele Muholi, Seydou Keïta, David Goldblatt o Samuel Fosso, entre otros.

Redefinir la propia identidad más allá de la construcción generada desde Occidente fue uno de los ejercicios que caracterizaron la modernidad y el desarrollo del sujeto negro en términos africanos. La narración de ese complejo imaginario tuvo en el arte y en la fotografía —y en su exhibición, en museos, colecciones y otros formatos expositivos— una plataforma excepcional para la reapropiación, no solo de dicha subjetividad, sino también de su mirada, que a partir de entonces se convertirá en un elemento de análisis crítico.
 
© David Goldblatt

© Jo Ratliffe

© Sabelo Mlangeni

Instrumento clave para la reinvención de la identidad individual y colectiva desde su introducción en el continente en 1854, la fotografía ofrecía a artistas y fotógrafos un espacio de transformación y preservación. Ejemplos de desarticulación del canon retratista, representación de cuerpos e historias silenciadas y poéticas de lo cotidiano son algunas historias y rasgos comunes de algunas de estas obras.
 
Eventos de lo social recoge el intento del coleccionista Artur Walther por recorrer los trazos de esa historia a través de su colección, que durante los últimos diez años se ha configurado en torno al diálogo con fotógrafos, académicos y comisarios internacionales.

© Rotimi Fani-Kayode

La exposición podrá visitarse en la sala Picasso del Círculo de Bellas Artes hasta el 22 de agosto.

© Ouka Leele

En la sala Goya del Círculo de Bellas Artes y hasta el 24 de octubre, la comisaria Elsa Fernández- Santos ha organizado la exposición “Ouka Leele. Supernova”, que muestra la transformación de la artista Bárbara Allende en Ouka Leele, sobrenombre adoptado a finales de los años ochenta por esta fotógrafa esencial en la historia de la fotografía española del siglo XX.
 
En diálogo con una cuidada selección de sus dibujos, cómics, cuadernos y bocetos preparatorios, sus fotografías en blanco y negro y coloreadas evolucionan desde las primeras tomas en el ámbito familiar hasta las sofisticadas escenificaciones, que concluye con su famosa serie Peluquería.

© Ouka Leele

© Ouka Leele

Ouka  Leele comenzó su idilio con el arte desde muy joven, encontrando la inspiración en el mundo de los sueños. Es dentro de esos paisajes oníricos donde descubre escenas increíbles que traslada a la realidad y materializa en su obra a través de escritos, fotografías, dibujos y pinturas.
 
La teatralidad que proponen sus imágenes, el reto de despertar una o varias fantasías dentro de cada composición, es una de las señas de identidad que acompaña a su obra.

© Ouka Leele

© Ouka Leele

Esta exposición nace fruto de la colaboración con el Archivo Lafuente, institución que conserva unos 1,500 fondos de la obra de la artista –la mayoría inéditos–, de los cuales se han seleccionado trabajos fotográficos, proyectos editoriales, material audiovisual y dibujos correspondientes a los primeros años de carrera durante las décadas de los setenta y ochenta.

© Timm Rautert

White nights es la exposición que PHotoESPAÑA y la Fundació Per Amor a l’Art – Bombas Gens Centre d’Art,  presentan en la sala Minierva hasta el 5 de septiembre, compuesta por dos series fotográficas que muestran la vida nocturna durante la década de los setenta en dos grandes ciudades. Una muestra comisariada por Sandra Guimarães, Vicent Todolí y Julia Castelló y que incluye las series Crazy Horse, de Timm Rautert y Studio 54, de Tod Papageorge.

© Timm Rautert

Timm Rautert fotografió el cabaret parisino Crazy Horse en 1976 como encargo para la revista alemana ZEITmagazin. Si bien el encargo era conseguir un retrato del fundador del cabaret, finalmente se publicaron las fotografías que Rautert había hecho a las bailarinas en el camerino durante su visita. El Crazy Horse fue fundado en 1951 por el artista Alain Bernardin, creador del Art du Nu, y continúa ofreciendo representaciones de burlesque en la capital francesa en la actualidad. Durante los años sesenta, se desarrolló un género único que se basaba en espectáculos con mujeres desnudas vestidas únicamente por la iluminación del escenario (proyecciones inspiradas en obras artísticas del momento). Su fama fue tal que artistas como Salvador Dalí colaboraron con el diseño de mobiliario, y cineastas como Woody Allen utilizaron ese escenario para secuencias de sus largometrajes. En 1975, el ya legendario cabaret contaba con diez mil espectáculos interpretados por mujeres desnudas vestidas por proyecciones.

© Timm Rautert

Un año después de que Rautert fotografiara el Crazy Horse, en 1977, el abogado Steve Rubell y su socio Ian Schrager decidieron abrir en Nueva York Studio 54, un club nocturno en el centro de Manhattan. A pesar de su efímera vida (33 meses), su fama se disparó a nivel internacional por la cantidad de rostros conocidos que lo frecuentaban, convertido además en un símbolo de la inmoralidad y el libertinaje. En 1979 cerraron el club por el encarcelamiento de sus fundadores, acusados de evasión de impuestos y actividades ilegales (drogas, falta de licencias, etc.). El club reabrió en 1981, pero sin conseguir el éxito y el brillo de sus primeros tiempos.
 
© Tod Papageorge

En los años setenta, sin embargo, Studio 54 se había transformado en un auténtico espectáculo en su interior. En el exterior, la política de acceso se había hecho famosa, hasta el punto de que las televisiones enviaban equipos para entrevistar no a los admitidos sino a los rechazados.

© Tod Papageorge

Tod Papageorge consiguió acceder, gracias a Sonia Gordon Moskowitz, conocida fotógrafa de famosos, a la fiesta de Nochevieja de 1977 a 1978. A diferencia del resto de fotógrafos que lograban entrar al club, Papageorge no buscaba capturar a las celebridades y procuró alejarse de una representación literal o periodística en sus fotografías.  Lejos de limitarse a retratar la ostentación y el glamour, Papageorge compuso marcos evocadores e inspeccionó el club en su forma escultórica, inspirándose en las imágenes de la vida nocturna parisina de Brassaï en la década de 1930.

© Tod Papageorge

Ambos trabajos funcionan como reportajes periodísticos. El lenguaje documental y testimonial de las fotografías experimenta con la carga de la imagen y la información que puede llegar a ofrecer la fotografía. Sus obras reflejan una búsqueda estética propia del momento y plantean un cuestionamiento de la autenticidad o “verdad” del lenguaje fotográfico como reflejo de la realidad.
 



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