Es indudable que el retrato es una de las disciplinas más atractiva y agradecida dentro del universo fotográfico, pero también es una de las más comprometidas. Hacer un retrato no consiste únicamente en capturar el semblante físico de una persona. El fotógrafo debe además poder mostrar el interior de esa persona, su carácter, su personalidad, su estado de ánimo.
Si además el retrato pertenece a una serie, debe de guardar cierta uniformidad de manera que el espectador pueda identificar el motivo en cada una de las imágenes. A lo largo de la historia de la fotografía ha habido muchos autores que han sabido cumplir estos requisitos a la perfección, desde Julia Margaret Cameron o Gustav Le Gray en sus inicios, hasta Pierre Gonnord en la actualidad, numerosos fotógrafos han dejado su huella en este campo.
Alex Ten Napel es un fotógrafo holandes que ha decidido volcar toda su creatividad en este género. Nacido en Alkmaar en 1958, curso estudios en la Escuela Superior de Fotografía de La Haya y es miembro de la GKF Photographers Association.
Aunque empezó a plubicar sus imágenes en periódicos y revistas, tanto holandesas como de fuera de sus fronteras, desde el año 1996, fué a raiz de la exibición de sus "Waterportraits" en el festival de EPSON PHOTO, en la ciudad de Naarden en el 2005 y más tarde en Paris Photo, cuando le llego el reconocimiento de sus trabajo. Esta serie, que muestra a niños, sólos o con sus padres, supuestamente sumergidos en el agua tuvo un gran éxito y fue mostrada en diferentes países desde Nueva York a Moscú, además de
publicarse en Le Monde, Zoom y otras revistas internacionales.
En sus trabajos posteriores Napel ha continuado realizando sus retratos con la misma estética que tan buen resultado le diera con los "Waterportraits". Por regla general son retratos sencillos de estudio, realizados sobre un fondo neutro, casi siempre en primer plano o con plano medio, iluminados frontalmente, en los que realmente lo que destaca es el protagonista. Y es que Alex Ten Napel consigue que sus modelos den lo mejor de si mismos, no importa si se trata de niños, adolescentes o jovenes graduados.
Sin embargo, en mi opinión, su mejor trabajo hasta el momento es el único que ha hecho fuera del estudio. Consiste en una serie de retratos realizados en una residencia de ancianos de Amsterdam a pacientes con la enfermedad de Alzheimer. Los retratos de estos hombres y mujeres han dado lugar a una galería de imágenes en las que las emociones están a flor de piel para el espectador. Sin pretender escenas desoladoras como han hecho otros autores, ni enfatizar rasgos, Napel ha captado el rostro del olvido de una manera sencilla y natural, algo que los que hemos vivido de cerca la enfermedad entendemos muy bien. Os recomiendo que echéis un vistazo a su web.
http://www.alextennapel.nl/
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