Cabecera La Mirada Fotográfica

Cabecera La Mirada Fotográfica

viernes, 17 de mayo de 2024

EL CÍRCULO DE BELLAS ARTES NOS DEVUELVE LAS IMÁGNES MAS EMBLEMÁTICAS DE CRISTINA GARCÍA RODERO

 

En las eras. Escober,1988 ©Cristina García Rodero

Somos muchos los devotos de Cristina García Rodero que no habíamos conseguido hacernos con un ejemplar del que fue su primer libro y tal vez el más carismático, “España Oculta”. Llevábamos años suplicándole que se reeditara pues el mercado de segunda mano era escaso y prácticamente inaccesible por los precios desorbitados que los pocos ejemplares cuyos propietarios de tal joya estaban dispuestos a desprenderse llegaban a alcanzar. Al fin ha llegado ese momento y Ediciones Elviria ha sacado al mercado una edición totalmente revisada por la propia Cristina, que además incluye algunas imágenes nuevas con respecto al anterior. La edición es francamente buena y además viene acompañada de una magnífica exposición en el Círculo de Bellas Artes. Ya sé que lo normal suele ser lo contrario, pero es que el libro no es en sí un catálogo de la exposición. Es mucho más que eso, tanto por el mayor contenido de imágenes como por los textos que las acompañan firmados por Julio Caro Baroja,  Publio López Mondéjar y  Christian Caujolle.

La tarde. Campillo de Arenas,1978 ©Cristina García Rodero

Ahora, en 2024, cinco décadas después de la beca que le concedió la Fundación Juan March y que en palabras de Cristina “le cambió la vida”, varias instituciones celebran su trabajo organizando la exposición Cristina García Rodero. España Oculta, que viajará durante dos años a distintas sedes (tras su paso por el Círculo de Bellas Artes, se podrá ver en el Centro Cultural de La Malagueta de la Diputación de Málaga, El Museo de Arte Abstracto de Cuenca y el Museu Fundación Juan March de Palma) mostrando una serie de 152 imágenes y un video. 



La exposición se inauguró ayer miércoles 16 de mayo en la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde podrá visitarse hasta el próximo 18 de agosto. La serie recoge la serie completa de 152 fotografías que conforman el volumen España Oculta (1989), uno de los libros más importantes de la historia de la fotografía española. El viernes 17 se proyectará además en el Cine Estudio del Círculo el documental Cristina García Rodero. La mirada Oculta, estrenado en 2023 y dirigido por Carlota Nelson. Así que quien no lo haya visto aún tiene una oportunidad única para hacerlo. 


Cristina García Rodero comenzó en el mundo de la fotografía muy joven, poco más de 20 años, y cuando unos amigos le propusieron solicitar una beca a La Fundación Juan March, no podía imaginar que se la concederían y que ese sería el principio del resto de su vida. En la memoria de su solicitud escribió: “Me propongo realizar un trabajo antológico de las costumbres de España, tanto en su abertura al progreso, como en su ocultamiento y tradición. Para ello utilizaré el medio más actual y representativo de mi época: la expresión fotográfica.”  El premio alcanzó para comprar su primera cámara, una Asahi Pentax de 35 mm y un coche que la permitía desplazarse por los pueblos  para registrar en imágenes la memoria de sus fiestas, ritos, ceremonias y tradiciones de España. Conseguir que todo aquello no se perdiera en el olvido y que llegara a conocerse fue entonces el objetivo de Cristina y lo sigue siendo ahora 50 años después, aunque su horizonte se haya ampliado y abarque ya no solamente España y Portugal, que fue su siguiente parada, sino también lugares tan remotos como La India, Etiopía o buena parte de Latinoamérica. 



Cristina que acumula honores, Premio Nacional de Fotografía en 1996, Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 2005, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2014, entre otros, fue la primera española en entrar en la Agencia Magnum, pero tiene algo para mí mucho más importante y es que sin apenas darse cuenta ha creado escuela. Hablaba al principio de este texto de los devotos de Cristina y es que son una legión aquellos que sienten verdadera adoración por su trabajo y unos pocos han seguido su estela por esos caminos  y pueblos que forman la España, ya no tan oculta, que aún conserva sus tradiciones, sus romerías, sus botargas, sus diablos, sus vírgenes, sus danzantes y su fuego, ese fuego purificador que algunos se atreven a desafiar saltándole o pisando sus brasas. Y en medio de todo ello está siempre esta mujer menuda en complexión pero grande de corazón y con una fuerza y un empeño que desafía a los elementos en invierno y en verano, porque las fiestas no paran y las hay a lo largo de todo el año, sino es en un lugar es en otro. Y junto a ella un puñado de fotógrafos que conocieron su trabajo hace ya veinte o más años y que han seguido sus pasos realizando trabajos fantásticos, aunque cada vez cueste más pues si bien las condiciones técnicas son mejores, la masificación lo convierte casi en una batalla en algunas ocasiones. 

Cristina García Rodero © C.Meléndez

En cualquier caso, nosotros tenemos la suerte de poder disfrutar del resultado de tanto esfuerzo, al menos durante unos días, en una exposición magnífica, comisariada por la propia Cristina,  con unas fotos reveladas en el laboratorio de otro gran fotógrafo, Castro Prieto, que ha realizado un trabajo minucioso y cuyos conocimientos, al igual que los de Cristina, se deja ver en cada una de las exquisitas copias. Y por supuesto siempre podemos volver a verlas en esa nueva edición de España Oculta editada por Elviria y que a partir de ahora tendrá un lugar de honor en nuestras bibliotecas. 


Fotos de Sala: C. Meléndez

miércoles, 15 de mayo de 2024

LA COMEDIA HUMANA DE ELLIOTT ERWITT EN LA FUNDACIÓN CANAL

 

New York,  1953 © Elliott Erwitt / Magnum Photos 

La Fundación Canal presenta "La Comedia Humana" de Elliott Erwitt, una exposición que forma parte de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2024 y que ha sido coproducida con Magnum Photos. Comisariada por Andrea Holzherr, directora global de exposiciones de Magnum Photos, esta muestra reúne 135 obras del fotógrafo franco-estadounidense, destacando su habilidad para capturar la esencia de lo cotidiano con humor, ingenio y corazón.

Hungría, 1964.  © Elliott Erwitt /  Magnum Photos   

Las ocurrencias visuales que inundan sus fotografías despiertan una sonrisa cómplice en el espectador, haciéndole partícipe del espectáculo de la comedia humana, aunque él pensaba que su fotografía no se encontraba dentro de la corriente humanista. Tampoco se consideraba un artista, desdeñaba ese término cuando otros le llamaban así. Él era tan solo un fotógrafo, pero eso sí un fotógrafo con una gran visión.  A pesar de todo ello a  lo largo de la exposición, se puede observar cómo encontraba humor en lo peculiar del comportamiento humano, en sus escenas callejeras o en la intimidad de lo doméstico que inmortalizó con su cámara.

Palacio de Versalles, Francia, 1975.  © Elliott Erwitt / Magnum Photos

“Hacer reír a la gente es uno de los mayores logros que puede haber. Y cuando puedes hacer reír y llorar a alguien, alternativamente, como lo hace Chaplin, ese es el mayor de todos los logros posibles. No sé si apunto a ello, pero lo reconozco como el objetivo supremo”, afirmaba Erwitt.

La humanidad de sus obras hace referencia a la mirada del fotógrafo, por la conexión emocional que crea con lo retratado. Lejos de la planificación y de una metodología inmutable, el trabajo de Erwitt es fruto del placer diario de salir al encuentro de la imagen, combinado con una maestría absoluta de la técnica fotográfica.

Shreveport, Luisiana,-EE.UU, 1962. © Elliott Erwitt / Magnum Photos

Erwitt siempre buscaba para sus obras una interpretación más libre, más expresiva y emotiva, es por eso que sus fotografías están tituladas sólo con la ubicación y el año. El «no título» invita a deducir sus imágenes sin los datos adicionales que aporta el nombre de la obra, por lo que el espectador se enfrenta a la imagen de manera aséptica y las conclusiones son el resultado de su propia vivencia.

La exposición está dividida en tres secciones, cada una dedicada a diferentes temas recurrentes en la obra de Erwitt: las personas, los animales y las formas. Estas imágenes, provenientes directamente del estudio del fotógrafo, incluyen tanto impresiones de pequeño formato utilizadas para publicaciones como impresiones maestras de gran formato destinadas a exhibiciones en museos y galerías.

Saint Tropez, Francia, 1979 © Elliott Erwitt / Magnum Photos

Las Personas: Erwitt convierte anécdotas ordinarias en escenas extraordinarias, explorando las interacciones humanas sin un sujeto prefijado, solo capturando momentos. Esta sección se subdivide en "Observando gente" y "Observando museos", mostrando su habilidad para detectar eventos caprichosos y su fascinación por los espacios de arte y sus visitantes.

Los Animales: Dividida en "Perros", "Perspectiva perruna" y "Otros animales", esta sección refleja la afinidad de Erwitt por los animales, especialmente los perros. Sus fotos humanizan a los animales y muestran su peculiar perspectiva de la comedia humana en el entorno urbano.

Las Formas: Compuesta por "Abstracciones" y "Composiciones", esta sección presenta yuxtaposiciones de objetos que crean realidades abstractas. Aquí, Erwitt utiliza técnicas como la manipulación de la luz y la combinación geométrica de elementos para desarrollar nuevas formas de abordar la imagen.


La obra de Elliott Erwitt se caracteriza por el uso del blanco y negro, el humor y una técnica fotográfica impecable. Según el propio Erwitt, el color es descriptivo, mientras que el blanco y negro es interpretativo, permitiendo una lectura más pura y emotiva de la realidad. Esta exposición ofrece una mirada profunda y emotiva al trabajo de un maestro que encontró lo extraordinario en lo ordinario, revelando la comedia humana en cada captura.

De las 135 copias de época que componen la exposición, 122 son impresiones de pequeño formato, a menudo denominadas “impresiones de trabajo”, ya que fueron utilizadas originalmente por el propio Erwitt para el desarrollo de libros o revistas. Junto a estas fotografías, la exposición también acoge 13 copias de gran formato (76 x 101 cm) a las que Erwitt denominó “impresiones maestras” y que fueron directamente supervisadas por él con el fin de exhibirlas en museos o galerías. Juntas, las “impresiones de trabajo” y las “impresiones maestras”, forman una colección única que proviene directamente del estudio de Elliott Erwitt y que se presentan por primera vez ante el público con esta disposición.











jueves, 9 de mayo de 2024

EXPLORANDO LA VANGUARDIA FOTOGRÁFICA DE ERWIN OLAF: UN HOMENAJE A SU LEGADO

 

Erwin Olaf, American Dream, Self-Portrait with Alex 1, de la serie Palm Springs, 2018 © ERWIN OLAF, COURTESY STUDIO ERWIN OLAF / GALERIE RON MANDOS – AMSTERDAM, THE NETHERLANDS

La ciudad de Madrid abrirá mañana al público una exhibición única que captura la esencia misma de la fotografía escenificada. Del 10 de mayo al 14 de julio de 2024, el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa será el hogar de "Erwin Olaf: narrativas de emancipación, deseo e intimidad", una exposición que nos sumerge en el universo creativo de uno de los maestros contemporáneos de este arte.


Organizada por el Ayuntamiento de Madrid, el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa y PHotoESPAÑA, esta muestra, incluida en la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2024, trae consigo una retrospectiva del trabajo de Erwin Olaf, desde sus primeras incursiones en los años 80 hasta sus últimas exploraciones en la década de 2020. Es un viaje a través del tiempo, pero también a través de las complejidades sociales, políticas y personales que definieron la vida y obra de este artista visionario.

Erwin Olaf, Masonic Lodge, Dahlem, de la serie Berlín, 2012 © ERWIN OLAF, COURTESY STUDIO ERWIN OLAF / GALERIE RON MANDOS – AMSTERDAM, THE NETHERLANDS

El comisario Paco Barragán ha reunido una selección cuidadosamente curada de fotografías, videos y video-instalaciones que destacan el compromiso de Olaf con el activismo social, político y ecológico. Cada imagen, cada vídeo, es una ventana hacia el mundo interior del artista, pero también hacia las realidades externas que moldearon su visión del arte como una herramienta para el cambio y la reflexión.


La exposición está estructurada en torno a tres temas principales que fueron fundamentales en la obra de Olaf: la emancipación, el deseo y la intimidad. A través de estas lentes, exploramos la complejidad de la experiencia humana en la sociedad contemporánea. Desde la lucha por la igualdad y la justicia hasta la celebración del cuerpo humano y las profundidades de la soledad y la introspección, cada obra es una pieza del rompecabezas que conforma el legado de Erwin Olaf.



Una parte destacada de la exposición son los autorretratos del artista, que ofrecen una visión íntima de sus propias luchas, deseos y preguntas sin respuesta. Estas imágenes son un testimonio de la habilidad de Olaf para usar su propia vida como lienzo, explorando no solo su identidad personal, sino también las posibilidades infinitas de la fotografía como medio de expresión artística.

Erwin Olaf, The Kite, de la serie Palm Springs, 2018, © ERWIN OLAF, COURTESY STUDIO ERWIN OLAF / GALERIE RON MANDOS – AMSTERDAM, THE NETHERLANDS

Erwin Olaf fue mucho más que un fotógrafo; fue un activista, un visionario, un narrador de historias visuales. A lo largo de su vida, desafió las normas establecidas y desafió los límites de lo que la fotografía podía lograr. Su trabajo dejó una marca indeleble en el mundo del arte, y esta exposición es un tributo merecido a su genio creativo.


Nacido en Hilversum en 1959, Olaf creció en un mundo marcado por complejas relaciones raciales, desigualdades económicas y luchas por la igualdad sexual. Desde sus primeros días documentando la vida nocturna gay en Ámsterdam hasta sus colaboraciones con instituciones de renombre mundial, como Vogue y el Stedelijk Museum de Ámsterdam, Olaf siempre mantuvo un compromiso firme con sus valores y creencias.

Erwin Olaf, Auf dem See de la serie Im Wald, 2020 © ERWIN OLAF, COURTESY STUDIO ERWIN OLAF / GALERIE RON MANDOS – AMSTERDAM, THE NETHERLANDS

Su trabajo fue reconocido con numerosos premios y honores, incluido el prestigioso Premio Johannes Vermeer y el título de Caballero de la Orden del León de los Países Bajos. Pero más allá de los premios y el reconocimiento, el verdadero legado de Erwin Olaf radica en el impacto duradero que tuvo en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea.


"Erwin Olaf: narrativas de emancipación, deseo e intimidad" más que una simple exposición de fotografías; es un viaje emocional a través de las complejidades de la condición humana. Es un recordatorio de que, incluso en medio de la oscuridad, la belleza y la esperanza pueden encontrarse si tenemos el coraje de mirar más de cerca. Y estamos seguros de que va a ser una de las exposiciones más visitadas durante la presente edición de PHotoESPAÑA. 




lunes, 6 de mayo de 2024

LA CHIQUITA PICONERA SE EXPONE POR PRIMERA VEZ EN MADRID

 


Con motivo de la celebración del 150 aniversario del nacimiento del pintor Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874 - 1930), el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acoge en sus salas una de sus obras más emblemáticas: La Chiquita Piconera, realizada entre 1929 y 1930, poco antes de la muerte del pintor, y considerada su testamento pictórico.

El cuadro, prestado por el Museo Julio Romero de Torres de Córdoba y con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba, puede verse hasta el 28 de julio dentro del recorrido de la colección permanente del museo, en la sala 45 dedicada a los realismos de entreguerras, junto a la obra de artistas como Pablo Picasso, Max Beckmann, Otto Dix, George Grosz o Balthus, entre otros.

La Chiquita Piconera representa la cúspide del talento de Julio Romero de Torres, un compendio de todos los elementos fundamentales que definen su pintura. Con una técnica casi fotográfica en el tratamiento de los planos, el pintor captura en el cuadro la esencia íntima de una humilde habitación, en la que una joven de 13 o 14 años, la modelo María Teresa López, está sentada en una silla de enea frente a un brasero de cobre cargado de picón que remueve con una badila, de ahí el nombre. La joven mira directamente al espectador, con un hombro al aire y mostrando las piernas solo cubiertas por unas medias y calzando unos tacones, creando un ambiente considerado erótico en aquella época y que es muy característico de la obra de Romero de Torres. Una puerta entreabierta permite vislumbrar al fondo el paisaje cordobés bajo el cielo del anochecer, en el que se identifica el Guadalquivir, el Puente Romano, el paseo de la Ribera o la Torre de la Calahorra. La obra fue reproducida por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en un sello de 5 pesetas en 1965.

María Teresa López posa para el artista siendo tan solo una niña que se asomaba a la adolescencia. La cercanía de sus padres con el pintor y el cumplimiento de unos cánones de belleza la convirtieron en el foco de atención de aquel que ha sido considerado el encargado de plasmar a “la mujer cordobesa” en sus lienzos. Solo hay que detenerse y observar la obra del pintor para descubrir una secuencia de mujeres serias, sobrias, sin alegría. Esto que, según los críticos y la crónica general, define y alaba la obra de Romero, se ha traducido en mujeres de mirada misteriosa, enigmática, melancólica, como la de la Chiquita Piconera. Una Chiquita que no pasó sus días calentándose con calma al calor del picón, sino huyendo de una sociedad que la lapidó de acusaciones sobre su moralidad. Fue acusada de manera reiterada de haber mantenido relaciones con el pintor. 

Al final de su vida, Julio Romero de Torres regresa a temas que había tratado en su juventud para ir más allá de la denuncia social.. Con su peculiar lenguaje, el pintor sintetiza en esta pintura de “La chiquita piconera” su trayectoria vital y artística, su forma de entender la pintura y lo que quería expresar con ella.

José María Bellido (alcalde de Córdoba), Evelio Acevedo (director gerente del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza) y Guillermo Solana (director artístico)

La presentación de esta obra es el punto de partida a partir del cual construir el propósito fundamental de ofrecer una visión renovada de la obra de Julio Romero de Torres, una visión que lo aleje de esos clichés folcloristas que durante mucho tiempo lo han acompañado y que lo represente como un pintor de referencia en la España de inicios del siglo XX. Con esa intención además de la presentación de este cuadro en el Museo Thyssen Bornemisza, el alcalde de Córdoba José María Bellido, ha anunciado otra serie de acciones que se van a llevar a cabo durante el 150 aniversario del nacimiento del pintor, entre las que se establecerá un diálogo del mismo con otros pintores de su época, pintores de la modernidad, a través de la colección Telefónica y mediante una exposición que se va a montar en Córdoba.  También habrá una exposición en la Sala Vimcorsa de Córdoba en la que se planteará un diálogo entre obras de Julio Romero de Torres y Zuloaga con las colecciones del Museo de Arte de Bilbao y las del Museo Julio Romero de Torres.