María Svarbova nació en 1988
en Eslovaquia. Estudió restauración y arqueología, sin embargo es en la
fotografía donde encontró un medio para su expresión artística. Desde 2010, se
ha centrado en el desarrollo de su propio lenguaje fotográfico, ganando
rápidamente reconocimiento internacional. Entre sus premios, exposiciones
individuales y grupales, su trabajo ha sido presentado en Vogue, Guardian,
Instagram y muchas otras publicaciones. Lo más destacado de su trabajo
comercial incluye la comisión para el cartel promocional del rascacielos taiwanes Taipei 101, edificio
considerado como uno de los ocho rascacielos más bellos del mundo junto al
edificio Chrysler en New York o las Torres Petronas en Kuala Lumpur, entre
otros.
María ha desarrollado un
estilo distintivo desde el principio de su carrera, partiendo de retratos
tradicionales para centrarse en la experimentación a través del espacio, el
color y la atmósfera. Su interés por la arquitectura y los espacios públicos,
por lo general construidos en la era socialista, la llevó a crear escenarios
únicos. El cuerpo humano en las fotografías de María es más o menos un soporte,
sin individualidad ni emociones. Como parte de la cuidadosa composición, las
figuras maravillosamente exóticas crean escenas oníricas con objetos
ordinarios. Hay una tensión silenciosa, el drama se oculta bajo la superficie
limpia y lisa. Incluso en sus obras más ornamentales y nostálgicas hay una
sensación de frío desapego. Acciones cotidianas como deportes o visitas al
consultorio médico se congelan en un momento ya través de los ojos de María, dando
a las imágenes un nuevo significado. Los suaves tonos pastel, sus colores fríos,
los espacios diáfanos y despoblados, la geometría y la pureza visual dan una
sensación de orden ultramundano, produciendo un placer visual inalterable que
es inalcanzable en la vida real. A través de sus fotografías, María congela el
tiempo y comparte su visión: no tiene miedo de abordar la soledad y el
aislamiento, sino que al contrario, ella
elige celebrar su tranquila y sosegada belleza.
http://www.mariasvarbova.com/
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