El Círculo de Bellas Artes reúne a
40 fotoperiodistas en un proyecto itinerante que ya ha pasado por Barcelona y
que recorrerá otras ciudades de España, producido por la compañía de seguros
DKV con motivo del XX aniversario de sus acciones de Responsabilidad Social. La
muestra que se podrá visitar desde el 25 de febrero hasta el 28 de abril de
2019, ha sido comisariada por el prestigioso fotógrafo y curator Chema Conesa.
Las imágenes que componen la
exposición, un total de 120, se han publicado en los medios de comunicación más
importantes del mundo y dan a conocer realidades inquietantes de lugares como
Siria, Colombia, Venezuela, Irak o Egipto. También algunos de los fotógrafos presentes
en las salas del Círculo nos muestran la realidad cotidiana de nuestro propio
país, de las ciudades en las que vivimos y en las que viven los reporteros, los
deshaucios, la pobreza infantil, la prostitución no son temas que nos sean
ajenos, basta con abrir cada día las páginas
de un periódico cualquiera para encontrarnos con noticias que nos
revuelven la conciencia. Porque ese y no otro es el objetivo de esta
exposición, crear conciencia.
© Diego Ibarra Sánchez
© Ana Palacios
Pero ¿puede una fotografía crear
conciencia? La fotografía no es un lenguaje que se pueda controlar fácilmente, es
algo que sucede con independencia del profesional que toma la foto, pero la
difusión de esa fotografía permite que llegue a un receptor, que es el público
en general, que reacciona ante eso de tal modo la fotografía puede crear
cualquier sensación: hastío, aburrimiento, decepción, dolor, belleza, vergüenza,
horror y por supuesto conciencia.
A lo largo de la historia ha
habido grandes fotografías que han marcado la conciencia colectiva: nadie que
la haya visto puede olvidar la fotografía de Eddie Adams realizada en 1968 en
la que el general Nguyen Ngoc Loan, de la policía survietnamita apunta con una
pistola a un prisionero del Vietcong. Tampoco podremos olvidar la imagen registrada
por Nick Ut en 1972, “el Terror de la guerra”, por la que recibió el premio Pulitzer
y en la que se veía a Kim Phuc, una niña de nueve años huyendo desnuda mientras
gritaba por las graves quemaduras que mostraba su frágil cuerpo. O la imagen
por la que Samuel Aranda ganó el World
Press Photo correspondiente a 2011 con una imagen de las revueltas de Yemen publicada
en The New York Times, y que muestra a una mujer cubierta con un niqab consolando a un familiar herido.
Rafael Trobat © Melchita
© Enric Folgosa Martí
Sin embargo, en opinión de Lurdes
R. Basolí, una de las reporteras que forman parte de la exposición, cada vez es
más difícil remover o crear conciencia y cuesta más porque estamos saturados de
imágenes. Imágenes que por un lado sirven para señalar lo que queremos cambiar,
pero con las que también hay que evitar que se perpetúen estereotipos
que dañan, más que ayudan, a aquellos a quienes se fotografía.
Ricardo García Vilanova © Melchita
Alfonso Moral © Melchita
Las imágenes que conforman la
exposición son directas, sinceras, a veces desgarradoras y reflejan momentos
trascendentales de la historia reciente. A veces han sido tomadas en
situaciones precarias en las que los fotoreporteros han tenido que asumir
riesgos, incluso en ocasiones jugándose su propia integridad física y su
libertad, para mostrar al mundo esa cara oscura de la vida que nos revuelve el
estómago y nos encoje el corazón, aunque al día siguiente nos olvidemos de
ellas. Hay mucho dolor por metro cuadrado en la sala Picasso del Círculo de
Bellas Artes y sin embargo si yo tuviera que escoger una sola imagen de la
exposición, me quedaría con una fotografía de Sandra Balsells en la que una
muchacha serbia contempla un vestido de novia en un escaparate desvencijado del
centro de Belgrado tras la guerra de Bosnia-Herzegovina. Esa imagen representa
los sueños truncados de una juventud castigada por el devenir de la historia,
pero también, quizás, una nueva ilusión naciente, una esperanza de futuro. Las
guerras y sus consecuencias no solo las cuentan las bombas.
© Sandra Balsells
Foto de Sala © Melchita
Los fotógrafos que están
presentes en la muestra son:
Samuel Aranda, Bernat Armangué, Walter
Astrada, Sandra Blsells, Lurdes R. Basolí, Javier Bauluz, Clement Bernard, Pep
Bonet, Manu Bravo, Olmo Calvo, Sergi Cámara, José Cendón, José Colón, Javier
Corso, Ricky Dávila, Juan M. Díaz Burgos, Ricardo García Vilanova, Antonio
González Caro, Diego Ibarra Sánchez, Sebastián Liste, JM López, Andoni Lubaki,
Kim Manresa, Emilio Morenatti, Daniel Ochoa de Olza, Ana Palacios, Santi
Palacios, Judith Prat, Abel Ruiz de León, Rafael S. Fabrés, Gervasio Sánchez,
Carlos Spottorno, Rafael Trobat, Guillem Valle y Mingo Venero.
La exposición
estará acompañada de un catálogo en el que se recoge todas las fotografías de
la muestra, así como un breve resumen de la biografía de los autores y de los hechos
en torno al momento en que las fotografías fueron realizadas. Los beneficios
recaudados con la venta del catálogo irán destinados a Reporteros sin Fronteras
que también forma parte de este proyecto.
De izquierda a derecha: Clement Bernard, Rafael Trobat, Maysum, Javier Corso, Chema Conesa, Sandra Balsells, Ricardo García Vilanova, Gervasio Sánchez y Ana Palacios
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