Cabecera La Mirada Fotográfica

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martes, 18 de febrero de 2020

RICHAR LEAROYD EXPONE SU OBRA EN LA FUNDACIÓN MAPFRE

FUNDACIÓN MAPFRE
Sala Bárbara de Braganza
Del 21 de Febrero al 24 de Mayo

Cisne, 2013 © Richard Learoyd


Hay una gran belleza en las imágenes de Richard Learoyd pero a la vez hay también una gran sensación de tristeza. Sus modelos, cuidadosamente seleccionadas y que rara vez miran a cámara, tienen el semblante serio, la mirada perdida, como quien se ha rendido ante lo imposible o como quien guarda un gran dolor dentro de sí. También sus fotografías de animales, el cuerpo de una ballena varada y casi descompuesta en su totalidad, un pájaro muerto enredado en los cables de un tendido eléctrico o la cabeza de un caballo sobre un pedestal provocan en el espectador un gran desasosiego, el del conocimiento del daño que el hombre provoca en la naturaleza, la  situación  del  mundo  moderno,  arrebatadoramente hermoso y a la vez potencialmente destructivo.

 Melanie 2015 © Richard Learoyd

La muestra que la Fundación MAPFRE dedica al fotógrafo Richard Learoyd y que abrirá sus puertas al público el próximo 21 de febrero hace un recorrido por la obra del autor, en el punto álgido de su trayectoria, con una selección de 45 obras en color y en blanco y negro que resume lo mejor de su trabajo realizado a lo largo de una década. En la muestra también se incluye uno de los paisajes realizados en España (en Lanzarote), resultado de un encargo de Fundación MAPFRE y que se incorpora a la Colección de Fotografía de la Fundación, que ya cuenta con otras dos obras del artista.
 

 Nanci desnuda en silla blanca, 2010 © Richard Learoyd

El  artista  inglés  Richard  Learoyd  lleva  aproximadamente  veinte  años  realizando fotografías con su cámara oscura: una gran cámara de estudio de diseño propio basada en antiguos principios ópticos. Este instrumento le ha permitido hacer fotografías que poseen una cautivadora singularidad en una época en que la fotografía resulta trivial y abundante. Las personas que protagonizan sus imágenes parecen habitar un mundo de una intensidad psicológica particular y son examinadas bajo una luz extraordinariamente cristalina y distintiva. Incluso los sujetos –en ocasiones bastante inusuales– que elije para sus naturalezas muertas poseen una belleza y una quietud excepcionales, evocadoras.

 Grupo familiar 1, 2016 © Richard Learoyd

Ballena, Pacífica, 2015 © Richard Learoyd


Aunque Learoyd consigue una notoria presencia emocional en las mujeres que fotografía, éstas llegan al estudio como modelos de alquiler a las que siempre paga por posar. Suelen ser sus ayudantes quienes las seleccionan, aunque es él quien decide si encajan en su proyecto. Por regla general, el fotógrafo no tiene ninguna relación personal con los sujetos, incluso con aquellos que ha fotografiado por largos períodos de tiempo. La atención que presta a los detalles, por ejemplo la colocación de las manos, el gesto de un brazo o el ángulo del cuerpo, sugiere un interés en la contemplación de la figura humana más que en los rasgos del individuo en concreto. Sin embargo, Learoyd lleva el estudio de figura un paso más allá al buscar un elemento de emoción en cada una de las modelos. Sus personajes no se presentan como retratos de mujeres  específicas sino, como ejemplos de estados emocionales.

 © Conchita Meléndez

© Conchita Meléndez

Las fotografías que Learoyd realiza tanto en su estudio como fuera de él,  son básicamente tan grandes como la propia cámara. Tanto tomar estas fotografías como observarlas requiere una manera de mirar más detenida y atenta, una actividad más contemplativa que la inmediatez con la que solemos ver y fotografiar el mundo. Learoyd ha desarrollado esta cámara de grandes dimensiones,  y  a  la  vez  bastante  flexible,  para  que  sea  móvil  a  pesar  de  ciertas limitaciones. Tras componer la imagen, coloca en la parte posterior de la cámara una hoja de papel fotográfico, del tamaño de su máquina, y crea una copia única. A pesar de su complejidad, esta tecnología le permite realizar obras muy características que poseen una calidad insólita de luz y de color. En estas fotografías no hay nada fortuito

Superviviente, 2011 © Richard Learoyd


Al igual que con sus retratos, que podrían estar inspirados en algunos de los grandes maestros de la pintura del Renacimiento, pero que se encuentra imbuidos de la personalidad del autor, Learoyd ha repensado la «naturaleza muerta» dando especial énfasis al significado del término: estas son fotografías de vidas que han sido detenidas, algunas de las cuales son a la vez hermosas e inquietantes.

© Conchita Meléndez


El catálogo que acompaña a la exposición cuenta con textos de Philip Gefter, escritor y crítico de fotografía de The New York Times, y de su comisaria, Sandra S. Phillips, conservadora emérita de fotografía en el San Francisco Museum of Modern Art.


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