Sala Picasso
Del 6 de Febrero al 17 de Mayo de 2020
El Círculo de Bellas Artes acoge
la mayor panorámica realizada en nuestro país sobre el proyecto de uno de los
baluartes de la llamada Nueva Objetividad,
el alemán August Sander, quien dedicó más de cuarenta años a crear un archivo
fotográfico de sus compatriotas a través de una serie de retratos que recogían
una visión completa, imparcial y compleja del tejido productivo de la sociedad
alemana de la época, entre la República de Weimar y el fin del nazismo tras la
Segunda Guerra Mundial.
Proletarian
Intellectual, c. 1925
Los retratos de August Sander
invitan a ser leídos desde una perspectiva más amplia que la de otros fotógrafos
de la época inmersos en el pictorialismo. En cierta forma, y para muchos
intérpretes u observadores que se aproximaron a ellos durante el último siglo,
constituyen algo parecido a un panóptico sobre la condición humana, un registro
acerca de las vicisitudes, las mentalidades y los modos de organización social
en la vida campesina y en la metrópolis moderna. En Sander la fotografía parece
ser ante todo un sistema de medición más que un medio de transmisión de valores
artísticos. La absoluta imparcialidad con la que realiza sus fotografías,
prescindiendo de todo subterfugio así como todas las elecciones de este
fotógrafo están dirigidas a la minuciosidad formal: desde el empleo de
negativos grandes hasta la captura de la gama tonal.
Elementary
Schoolteachers, c. 1920
Sander que había nacido en
Herdorf en 1876, tuvo que desplazarse a Téveris para cumplir con el servicio
militar y allí comenzó a trabajar como asistente fotográfico de Georg Jung.
Más tarde se traslada a una zona vecina a Berlín y pasa por la Escuela
de Bellas Artes en Dresde. En 1901, ya casado, compra un estudio y se establece
en Linz, Austria, durante una década y finalmente vuelve a Colonia donde monta
un estudio fotográfico dedicado al retrato. Pero August Sander no solo realiza
sus fotografías allí sino que de algún modo podría decirse que traslada su
estudio con él a las zonas rurales o a cualquier otro lugar en el que su
proyecto le lleve.
© August Sander
Compaginando su trabajo comercial
con su proyecto personal, Sanders reevaluó su obra como retratista de familias
campesinas de Westerwald en los años diez, que a su vez evolucionaba aquella
fotografía que había practicado previamente en Linz en los inicios del siglo
pasado, para regresar a los retratos frontales sobre los habitantes del mundo
agrícola, muchos de ellos hechos al aire libre. Las decisiones técnicas y
formales que toma Sander no solamente le ayudan a conformar un estilo, también
determinan en muchos sentidos los resultados obtenidos con las personas a las
que fotografía. En su búsqueda de nitidez y precisión utilizó siempre placas de
gran formato y durante toda su vida llevaba consigo una vieja cámara Ernemann,
junto con placas de vidrio 8 x 12 y 18 x 24 cm.
© August Sander
Una de las cosas que más llama la
atención del trabajo de Sander, Gente del
Siglo XX, es la imparcialidad que otorga a su trabajo, ya que a pesar del
dolor que debió suponerle el ver a su hijo encarcelado y muerto a manos del régimen nazi, en su búsqueda de la
diversidad del género humano que le rodeaba, no dudó en incluir en sus carpetas a miembros del partido, desde
simples soldados a los más altos jerarcas. De igual modo sorprende la forma en
que descontextualiza a los retratados al no incluir sus nombres junto a las
imágenes en la mayoría de las imágenes sino simplemente aquello que
representan: médico, actor, pintor, campesino, etc. De tal modo que podría decirse
que en realidad la obra de Sander es algo así como la culminación de un mapa
humano en el que la diversidad es lo que realmente importa.
Girl in Fairground Caravan, 1926–1932
Painter [Anton Räderscheidt],
1926
El orden y la selección de las
imágenes de la exposición, que contiene un total de 196 fotografías, recrea de
manera exacta, el concebido por el propio August Sander en su trabajo original,
incluso en la proporción de cada una de las carpetas del autor. Se incluye
también un conjunto de obras de la serie “Estudios del ser humano”, prácticamente
inéditas hasta ahora. Son imágenes que muestran detalles de gesticulaciones,
miradas y posturas, sobre todo de las manos, de las personas retratadas, así
como un apartado documental que reúne cartas manuscritas del fotógrafo y las
carpetas elaboradas en la época para algunas secciones.
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