Cabecera La Mirada Fotográfica

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lunes, 6 de mayo de 2024

LA CHIQUITA PICONERA SE EXPONE POR PRIMERA VEZ EN MADRID

 


Con motivo de la celebración del 150 aniversario del nacimiento del pintor Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874 - 1930), el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acoge en sus salas una de sus obras más emblemáticas: La Chiquita Piconera, realizada entre 1929 y 1930, poco antes de la muerte del pintor, y considerada su testamento pictórico.

El cuadro, prestado por el Museo Julio Romero de Torres de Córdoba y con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba, puede verse hasta el 28 de julio dentro del recorrido de la colección permanente del museo, en la sala 45 dedicada a los realismos de entreguerras, junto a la obra de artistas como Pablo Picasso, Max Beckmann, Otto Dix, George Grosz o Balthus, entre otros.

La Chiquita Piconera representa la cúspide del talento de Julio Romero de Torres, un compendio de todos los elementos fundamentales que definen su pintura. Con una técnica casi fotográfica en el tratamiento de los planos, el pintor captura en el cuadro la esencia íntima de una humilde habitación, en la que una joven de 13 o 14 años, la modelo María Teresa López, está sentada en una silla de enea frente a un brasero de cobre cargado de picón que remueve con una badila, de ahí el nombre. La joven mira directamente al espectador, con un hombro al aire y mostrando las piernas solo cubiertas por unas medias y calzando unos tacones, creando un ambiente considerado erótico en aquella época y que es muy característico de la obra de Romero de Torres. Una puerta entreabierta permite vislumbrar al fondo el paisaje cordobés bajo el cielo del anochecer, en el que se identifica el Guadalquivir, el Puente Romano, el paseo de la Ribera o la Torre de la Calahorra. La obra fue reproducida por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en un sello de 5 pesetas en 1965.

María Teresa López posa para el artista siendo tan solo una niña que se asomaba a la adolescencia. La cercanía de sus padres con el pintor y el cumplimiento de unos cánones de belleza la convirtieron en el foco de atención de aquel que ha sido considerado el encargado de plasmar a “la mujer cordobesa” en sus lienzos. Solo hay que detenerse y observar la obra del pintor para descubrir una secuencia de mujeres serias, sobrias, sin alegría. Esto que, según los críticos y la crónica general, define y alaba la obra de Romero, se ha traducido en mujeres de mirada misteriosa, enigmática, melancólica, como la de la Chiquita Piconera. Una Chiquita que no pasó sus días calentándose con calma al calor del picón, sino huyendo de una sociedad que la lapidó de acusaciones sobre su moralidad. Fue acusada de manera reiterada de haber mantenido relaciones con el pintor. 

Al final de su vida, Julio Romero de Torres regresa a temas que había tratado en su juventud para ir más allá de la denuncia social.. Con su peculiar lenguaje, el pintor sintetiza en esta pintura de “La chiquita piconera” su trayectoria vital y artística, su forma de entender la pintura y lo que quería expresar con ella.

José María Bellido (alcalde de Córdoba), Evelio Acevedo (director gerente del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza) y Guillermo Solana (director artístico)

La presentación de esta obra es el punto de partida a partir del cual construir el propósito fundamental de ofrecer una visión renovada de la obra de Julio Romero de Torres, una visión que lo aleje de esos clichés folcloristas que durante mucho tiempo lo han acompañado y que lo represente como un pintor de referencia en la España de inicios del siglo XX. Con esa intención además de la presentación de este cuadro en el Museo Thyssen Bornemisza, el alcalde de Córdoba José María Bellido, ha anunciado otra serie de acciones que se van a llevar a cabo durante el 150 aniversario del nacimiento del pintor, entre las que se establecerá un diálogo del mismo con otros pintores de su época, pintores de la modernidad, a través de la colección Telefónica y mediante una exposición que se va a montar en Córdoba.  También habrá una exposición en la Sala Vimcorsa de Córdoba en la que se planteará un diálogo entre obras de Julio Romero de Torres y Zuloaga con las colecciones del Museo de Arte de Bilbao y las del Museo Julio Romero de Torres. 



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