Dora Maar Dora Maar looking out of studio, 1937 Gelatin silver print Vintage Cortesía Throckmorton Fine Art Vegap
Con motivo de PHotoESPAÑA 2025, LOEWE y la FUNDACIÓN LOEWE presentan una exposición dedicada a la fotógrafa pionera del siglo XX Dora Maar en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Con María Millán como comisaria, la muestra subraya aspectos clave de la obra multidisciplinar de Maar, incluyendo fotografías de escenas urbanas de Barcelona de marcado carácter social, retratos de amigos y un archivo inédito de dibujos.
Dora Maar Etrange Fontaine, Barcelona, 1933 Vintage 120.000 E Cortesía/ Colección Privada Vegap
Dora Maar Pablo Picasso with friends on the beach, 1940 Gelatin silver print Vintage Cortesía Throckmorton Fine Art Vegap
Maar, cuyo verdadero nombre era Henriette Theodora Markovitch, nació en París en el seno de una familia croata-francesa. Se labró una carrera profesional como fotógrafa comercial y de moda en la década de 1920, destacando casi de inmediato por su experimentación con técnicas vanguardistas —la exposición múltiple, la solarización, los negativos dobles, el fotomontaje y una iluminación rompedora—, y su indudable habilidad técnica. Más adelante, se convirtió en figura destacada del movimiento surrealista, aunque en sus primeras obras ya rompía con los cánones establecidos.
Dora Maar Jarrón con despertador sobre la mesa C.1955 Gouache, grafito, tinta y lápices de colores sobre papel. Cortesía / Galerie Boquet Vegap
La exposición incluye una colección poco conocida de escenas de la calle, tomadas por Maar en Barcelona en 1933 durante el periodo de deriva sociopolítica que precedió al estallido de la Guerra Civil Española. Estas imágenes retratan la vida cotidiana y los oficios tradicionales de la ciudad, como la pesca y la cestería, poniendo el foco en las penurias sufridas por comunidades desfavorecidas, incluyendo jornaleros, músicos callejeros, mendigos, prostitutas, familias empobrecidas y ancianos. Al detenerse en las personas más marginadas de la sociedad, Maar nos ofrece un relato directo y empático de las dificultades de la vida urbana, en contraste con las figuras de ciudadanos de las clases más acomodadas paseándose por las Ramblas. Esta visión invita al espectador a cuestionar la normalidad de estas condiciones sociales.
Dora Maar Mendigo Ciego 1937 Gelatine silver Vintage Cortesía Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía Vegap
Dora Maar Pescador recogiendo redes en la Playa Grande de Tossa de Mar. Barcelona, 1933 Arxiu Nacional de Catalunya Vegap
Además de estas fotografías, la muestra incluye una serie de dibujos, recientemente descubiertos y ahora expuestos en su mayoría al público por primera vez. Adquiridas en una subasta hace cinco años, estas obras realizadas en hojas sueltas, diarios y cuadernos con lápiz y tinta china nos acercan más íntimamente al imaginario y la creatividad de la artista. Desde abstracciones cubistas e imágenes inspiradas en la mitología hasta bodegones y paisajes naturales, los dibujos reflejan los sueños y las ideas de la artista, así como su incansable experimentación con nuevas formas de representación, como contrapunto a su fotografía callejera.
Dora Maar Selfportrait with cut breast 1939 Grafito y tinta marrón sobre papel. Cortesía Galerie Boquet Vegap
Dora Maar Remendadores a la sombra de una barca en la Playa Gran de Tossa de Mar, Barcelona, 1933 Arxiu Nacional de Catalunya Vegap
La muestra también incluye retratos de época de figuras culturales clave como el dramaturgo Jean Cocteau, la actriz Nadia Sibirskaïa y el también artista Pablo Picasso. Se da la curiosa circunstancia de que una de las fotos expuestas, la de Picasso instalando una escultura de un cordero en una fuente forma parte del argumento de la obra teatral El barbero de Picasso, que se representa en estos momentos en la sala Margarita Xirgu del teatro Español.
Dora Maar Woman in red 1939 Gouache, grafito, tinta y lápices de colores sobre papel. 31,9 x 24,2 cm Cortesía / Galerie Boquet Vegap
También una serie de imágenes de enorme valor documentan el proceso de creación de Guernica (1937), trazando la evolución de su composición a lo largo de los 35 días que Picasso necesitó para pintarlo, poco después del bombardeo de la población vasca.
María Millán con la representante de LOEWE ©Conchita Meléndez
María Millán ©Conchita Meléndez
©Conchita Meléndez
Aunque a menudo se la recuerda por su vínculo amoroso con Pablo Picasso, Maar ya se había labrado su propio nombre en la vanguardia europea, mucho antes de conocerlo en 1935. Esta exposición contribuye a una reevaluación más amplia de las aportaciones e importancia de Maar, reconociéndola no solo como fotógrafa, artista surrealista o musa, sino como una artista cuya singular visión artística traspasó los límites de la expresión y la representación.
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