El pasado sábado, día 1 de
abril, abrió sus puertas la décima edición del Festival SegoviaFoto. Como viene
siendo habitual en los últimos años la muestra tiene lugar en el incomparable
marco del Palacio del Quintanar de Segovia y la Asociación Fotográfica
Segoviana (AFS), que es quien se ocupa de organizarlo, ha reunido para ello a un
grupo de fotógrafos, algunos viejos conocidos y otros jóvenes promesas que
empiezan a despuntar desde hace
relativamente poco tiempo, unos con mayor trayectoria que otros, bajo el nombre de MEMORANDUM. En total son trece
autores más una exposición colectiva de los miembros de la Asociación.
Entre los veteranos se
encuentran, Ángel Marcos y Luis Baylón. El primero nos acerca una selección de
varios de sus proyectos más conocidos, “Alrededor del sueño”, “La
Mar Negra” y “Rabo de lagartija”, girando siempre en torno a un documentalismo
construido en el que sus paisajes suelen ser el protagonista principal, de
hecho, sus fotografías están íntimamente ligadas a la idea del viaje y al
diálogo con el territorio recorrido. Sus obras plenas de un gran atractivo
plástico, nos devuelven a una realidad cotidiana en la que el espectador tiende
a reflexionar sobre su propia condición y el papel que jugamos entre las
realidades interiores y exteriores del propio mundo que nos rodea.
© Ángel Marcos
Luis Baylón, por su parte ha
elegido algunas de las fotografías de su serie PEKÍN, un trabajo que comenzó en
2007 cuando la ciudad vivía un frenesí constructivo y urbanístico debido a la
preparación de los Juegos Olímpicos que tuvieron lugar un año después. Desde
entonces Luis ha regresado en un par de ocasiones, en el 2010 y el 2012, y ha
sido testigo de los cambión y transformaciones que ha ido sufriendo la ciudad a
lo largo de éste periodo, en el que algunos de sus barrios más característicos,
los “hutong” con su apacible vida comunal, han sido derruidos dando paso a
grandes avenidas y centros comerciales, en los que el individuo se diluye
engullido por el peso de la modernidad. Con gran maestría Baylón hace un
retrato certero y cercano de la propia ciudad y de sus habitantes que a pesar
de todo siguen siendo un pueblo tranquilo y expectante.
© Luís Baylón
Pototo Díez, fotógrafo
segoviano, recibe a los visitantes que se acercan al Palacio con una gran lona
colgada en las balconadas del atrio de entrada en la que los bellísimos colores
de sus imágenes nos muestran el mundo interior de la moda, su lado oculto,
aquellos aspectos que no se ven delante
de una pasarela, pero que se respiran y se viven en el backstage. “Facebackproject”
es un proyecto que comenzó para ser mostrado en fotografías y que terminó
siendo un documental. En él, el autor pretende dar a conocer como son las modelos, su esencia real,
diferenciada de cómo las vemos en la
pasarela o de cómo las percibe la sociedad.
© Pototo Díez
Lita Guijarro, Samuel
Miralles y Xavier Burneo, comparten espacio y trabajo. Su exposición, “El lado oscuro de las cosas”, ha sido
comisariada por su mentor y maestro Miguel Oriola, quien presentó a estos tres
artistas, aunque no le gusta dicho termino, como una excepción a la mediocridad que según
él impera hoy en día en el mundo de la fotografía contemporánea y emergente.
Son, simpre según sus palabras “fotógrafos sin contaminar, que permiten que
penetren en sus vivencias impulsos de cólera, de melancolía y de pasión”. El
resultado es un trabajo de gran impacto visual correctamente ejecutado pero en
el que resulta difícil distinguir quién es quién y en el que la influencia de
Oriola es tan manifiesta que las imágenes de uno y otros podrían formar parte
de un todo. No obstante conviene seguir el trabajo de estós fotógrafos que estoy segura nos irán sorpendiendo con nuevos e interesantes proyectos.
© Lita Guijarro
© Samuel Miralles
© Xavier Burneo
Elena Plaza y Paco Torres se
mueven entre sombras y luces, lo que da lugar al título de su exposición
conjunta “Entre tu sombra y la mía”. Si hace unos días podíamos ver en una sala
madrileña los diálogos establecidos entre las imágenes de Alex Webb y Rebeca
Norris, podríamos a la vez, salvando la distancia de los muchos años de trabajo
y experiencia de dicha pareja, establecer algunas analogías. Para empezar Elena
y Paco son pareja en la vida real, al igual que Alex y Rebeca, y al igual que
ellos buscan en sus viajes establecer miradas diferentes de sitios comunes. Sin
embargo a diferencia de ellos, Paco y Elena prefieren el crepúsculo para
construir realidades subjetivas de lugares ciertos. La ciudad casi desierta en
la que la vida más que mostrarse se adivina, las luces de neón que dan vida a
la noche y esas pequeñas rendijas de luz por las que se cuela el pasajero
atemporal, son parte de su muestra y establecen la base de ese pequeño espacio
que queda entre uno y otro cuando la luz de las farolas prolonga sus sombras
sobre las aceras.
© Elena Plaza
© Paco Torres
Tino García y Jose Luis
Tejedor comparten título “Transito”, pero no sala ni mirada, el primero basa su
trabajo en el acto del viaje, en el que no importa el origen ni el destino sino
tan sólo el trayecto en sí mismo. Estar en tránsito es recorrer un lugar al que
nadie pertenece, un lugar extraño y difuso que apenas deja recuerdos. La
autopista A6, es el lugar en el que se desarrollan sus imágenes, dando lugar a
una serie de situaciones diferentes cada día y que apenas duran los segundos
que la vista alcanza a contemplarlas, son por tanto paisajes efímeros e
irrepetibles en el tiempo.
© Tino García
Jose Luís Tejedor, por su
parte elige la ciudad como escenario, buscando lugares emblemáticos por los que
cada día transitan cientos de personas, cada una de ellas con realidades
diferentes que se suceden en un mismo instante. Esas pequeñas vidas
individuales dejan su huella en los lugares por los que transitan sin reparar en con qué o con quién cruzamos
nuestro camino. Pese a ello nuestro tránsito imprime identidad a esos lugares. La
gente pasa, el espacio permanece.
© Jose Luís Tejedor
“Hemicránea”, de Joaquín
Paredes, es sin duda la más singular de
las exposiciones que recoge SegoviaFoto en su décima edición, no sólo por el
procedimiento utilizado por el autor para la obtención de las imágenes,
realizadas con la compleja técnica del colodión húmedo, sino también por la
particularidad del tema reflejado. “Hemicránea” intenta reflejar la
problemática de vivir con una enfermedad, como son las migrañas crónicas,
oculta a simple vista, pero que lastra a quienes la padecen. Las dificultades
personales, sociales y laborales son doblemente graves: por la enfermedad en sí
misma que les incapacita y les aísla y por otro lado, por esa invisibilidad e
incomprensión de unos síntomas a los que sistemáticamente se les resta
importancia.
© Joaquín Paredes
Eva Díez nos muestra
imágenes poéticas en las que la luz es un elemento con carácter propio que
juega un importante papel en la representación a que dan lugar los escenarios
elegidos por la autora. En “El hielo del instante”, Eva nos muestra una serie
de casas abandonadas que sin embargo desprenden el calor y la añoranza de lo
que otrora fue el hogar de alguna familia. La luz que emana a través de alguna
ventana las convierte en una realidad de múltiples matices que abre una puerta
a la esperanza en un mundo que se ahoga. De alguna manera esa luz nos devuelve
el pasado y a la vez nos ofrece una promesa de futuro, aunque éste sea
incierto.
© Eva Díez
“Paragraph 175” de Fernando
Bayona, es un proyecto de investigación de corte documental que aborda a través
del medio fotográfico el desconocido programa médico emprendido por el régimen
nazi durante la II Guerra Mundial destinado a encontrar una vacuna contra la
homosexualidad. La serie de imágenes presentadas por Bayona se centra principalmente
en las instalaciones de Buchenwald (Alemania), lugar en el que tuvieron lugar
los experimentos clínicos encaminados a encontrar una cura contra “la
enfermedad” llevados a cabo por el médico Carl Peter Vaernet. Fernando Bayona
ha conseguido mostrar el campo de concentración en toda su crudeza pero sin
caer en lo fácil.
Sus imágenes límpidas, casi
asépticas, marcadas por la distancia y el tiempo permiten al espectador
vislumbrar el horror pero sin contemplarlo, con ese cierto desarraigo que
produce el paso de la historia. Si en sus trabajos anteriores Bayona había
utilizado múltiples elementos para una puesta en escena en que los decorados
eran parte fundamental de sus escenarios, aquí, con gran criterio ha optado por
el menos es más, lo cual resulta todo un acierto.
© Fernando Bayona
Los miembros de la
Asociación Fotográfica Segoviana presentan un proyecto conjunto que responde a
la pregunta “Dime, ¿qué ves en la luz?”, en la que cada uno de los
participantes intenta dar respuesta a la pregunta con una sola imagen.
Y por último pero no por
ello menos importante, en el patio posterior del Palacio colocada sobre uno de
sus muros podemos ver una imagen de “La última cena” de Verónica Márquez, quién
ya participó en la edición del año pasado. La imagen va a acompañada de un
video de cinco minutos de duración que puede verse también en la página personal
de la autora y en el que se representa
su especial visión del cuadro de Leonardo Da Vinci.
La exposición permanecerá abierta hasta el día 7
de Mayo, en el Palacio del Quintanar.
C/ San Agustín s/número,
Segovia.
Horario: martes de 17:00 a
21:00; miércoles a sábado de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 y domingos de
11:00 a 14:00 horas.
Entrada gratuita
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