Qué mejor para celebrar el día
del libro que recomendaros uno de fotografía.
Hace ya tiempo que le tenía
echado el ojo a DR. BLANKMAN’S NEW YORK de Tod Papageorge, autor del que ya os
había comentado hace algún tiempo otro de sus libros, PASSING THROUGH EDEN.
Cuando vi por primera vez un ejemplar fue en una página de libros de segunda
mano y tenía un precio estupendo, pero por azares del destino lo dejé pasar y
cuando quise comprarlo ya no estaba disponible. Hace unos días mientras buscaba
una obra de otro autor lo encontré por casualidad en la editorial Steidl, nuevo
y aunque algo más caro, también con un
precio bastante bueno para lo que es el libro ya que está encuadernado en tela
con una foto superpuesta en la cubierta y muy bien trabajado. Realmente merece
la pena.
Tod Papageorge empezó a hacer las
fotografías en color que componen el libro en 1966, cuando tenía veinticinco años. Aproximadamente un año
después, a principios de 1967 dio el trabajo por terminado. Todas las imágenes
pertenecen a la ciudad de Nueva York y fueron realizadas con la mítica película
para diapositivas ya desaparecida,
Kodachrome 25 ASA, que impregnaba las imágenes con un color único y
característico.
En realidad Papageorge, que hacía
poco que se había trasladado a vivir a Manhattan, comenzó este trabajo con la
esperanza de que pudiera conseguirle algunas encargos comerciales que le facilitaran
algunos ingresos para pagar el alquiler. Lo hizo a sugerencia de sus nuevos
amigos, Garry Winogrand y Joel Meyerowitz quienes le aconsejaron también que
utilizara diapositiva porque sería más fácil de colocar en revistas y editoriales.
No lo consiguió. Su forma de fotografiar la calle de la misma manera que lo
había estado haciendo en blanco y negro, pero también intuitivamente haciendo
imágenes de bodegones de escaparates y tiendas con carteles, donde las frutas o
las cajas de productos eran tan propensas a aparecer como algún cartel político
pegado en las pared con imágenes de una niña vietnamita llorando, claramente no
eran una buena fórmula para el éxito comercial.
Sin embargo las imágenes
recogidas por Tod Papageorges durante aquel año en que los fotógrafos
callejeros utilizaban película en blanco y negro y se movían rápidamente entre
los peatones y el tráfico para captar la vida de la ciudad de las luces, resultaron
innovadoras al sentirse atraído por los escaparates con su simetría armonizada
y diferentes tonos de oro entre jarras de gelatina y jarras de sidra. Y decidió captar todo aquello del mismo modo que,
usando velocidades de obturación más lentas y esperando un latido adicional o dos
para que los transeúntes se acomodaran en sus zancadas, componía escenas de
líneas limpias cargadas de simbolismo e ironía. El momento histórico que se
estaba viviendo, con las protestas por la guerra de Vietnam, o el llamado
verano del amor en el que abundaban las flores con sus llamativos colores, le
proporcionaron no pocos momentos interesantes para plasmar con su cámara.
Aquellas fotos que nunca se
publicaron, han sido ahora recogidas en este magnífico libro publicado por la
editorial Steidl y que yo os recomiendo a
todos aquellos que como yo disfrutáis de la buena fotografía.
Todas las imágenes contenidas en este artículo son propiedad de su autor Tod Papageorge y han sido utilizadas única y exclusivamente con afán divulgativo de su obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario