DOCE FOTÓGRAFOS EN EL MUSEO DEL PRADO

 

El Museo del Prado hermana fotografía y pintura a través de la mirada de doce reconocidos fotógrafos contemporáneos y las distintas interpretaciones que cada uno de ellos ha llevado a cabo de distintas obras y estancias del Museo.                     

Pertenecientes a tres generaciones distintas y con formas muy diferentes de entender y utilizar la fotografía, José Manuel Ballester, Bleda y Rosa, Javier Campano, Joan Fontcuberta, Alberto García Alix, Pierre Gonnord, Chema Madoz, Cristina de Middel, Isabel Muñoz, Aitor Ortiz, Pilar Pequeño y Javier Vallhonrat, se han inspirado en las obras que atesora el Museo, pero también en el aura que las envuelve, el edificio que las cobija y en aquellos que las contemplan. 

  Pierre Gonnord, Alberto García Alix, Jose Manuel Ballester, Aitor Ortiz

El objetivo de esta exposición, que ha sido posible gracias a la colaboración de Japan Tobacco Internacional y la Fundación Amigos del Museo del Prado, y que ha sido comisariada por Francisco Calvo Serraller, es mostrar el diálogo  que, a través de todas las épocas y estilos, el arte actual mantiene con el arte del pasado, pero también acercar el arte contemporáneo al visitante del Prado y el Prado al público del arte contemporáneo.

La exposición está compuesta por doce fotografías, dos por cada uno de los autores, cuyas miradas dan testimonio del poder evocador del Prado y de la capacidad creadora  de quienes han llevado a cabo esta colección.

 

 Sala principal, 2018 - José Manuel Ballester

José Manuel Ballester contrapone la sala de Las Meninas, en el corazón del edificio Villanueva, con una vista del Salón de Reinos, futura ampliación del Prado. En su fotografía Sala Principal vacía la sala y deja solo la obra maestra de Velázquez, en la que también elimina a sus personajes, con la intención de abrir el espacio a nuevas interpretaciones.

 

Ribera del Elba, 2018 - Bleda y Rosa 

Bleda y Rosa crean una imagen palaciega del Museo al encuadrar, mediante sendas puertas, los retratos ecuestres del emperador Carlos V, de Tiziano y del cardenal infante Fernando de Austria, de Rubens. En un guiño a la historia, los títulos de sus fotografías hacer referencia a los lugares donde acontecieron las victorias militares que se representan en los cuadros.

Salmonetes, 2018 - Javier Campano

Javier Campano realiza dos bodegones de pescado y caza a la manera antigua y en ellos se pueden descubrir tanto referencias a obras del Prado, en las perdices pintadas por Sánchez Cotán y los besugos de Bartolomé Montalvo, como una evocación íntima, tierna y melancólica de los recuerdos de la cocina familiar de la infancia del fotógrafo.

Copa de agua y un clavel, 2018 - Pilar Pequeño

También Pilar Pequeño opta por mostrarnos dos bodegones, inspirados en las obras de Van der Hamen, Meléndez y Zurbarán. Para ello Pilar elige cuidadosamente elementos que forman parte de sus bodegones, como el agua, las flores o el cristal y muestra su enorme maestría a la hora de crear relaciones entre ellos, pero sobre todo, al iluminarlos y conseguir que la luz transforme la escena.

 

Goya, 2018 - Javier Vallhonrat

Javier Vallhorant, con la cámara a ras de suelo, recoge fragmentos  de paisajes de los cuadros del Museo. Los elementos vegetales generan una serie de interferencias y de planos en profundidad en los que se integran los elementos pictóricos, creando de ese modo un nuevo espacio entretejido que forma un todo orgánico. 

Exposición temporal 001, 2018 - Aitor Ortiz

Las fotografías de Aitor Ortiz muestran el espacio prefabricado como contenedor de la obra de arte y la reminiscencia de lo expuesto desde su ausencia, a la vez que hacen reflexionar sobre la atemporalidad de lo efímero. La luz y las proporciones definen la calidad del espacio, y la arquitectura se presenta descontextualizada y sin servicio, carente de atributos y ornamentos.

Grafoscopio #2, 2018 - Joan Fontcuberta

Joan Fontcuberta fotografía dos fragmentos de la vista panorámica continua de la Galería Central del Museo del Prado que realizó Jean Laurent entre 1882 y 1883. Con ello reivindica los vestigios de esa imagen todavía material en el mundo digital y fija su atención en los deterioros que evidencian el paso del tiempo y remiten a la memoria y a la historia.

 

Sin título, 2018 - Alberto García Alix

Alberto García Alix, que confiesa haberse sentido sobrecogido por la emoción y casi a punto de llorar en alguno de los momentos en que ha podido disfrutar de noche y a solas en el recinto del Museo, utiliza la doble exposición de partes de una misma pintura para construir nuevos mundos dentro del propio cuadro.

Gracias a la cuidada elección de encuadres, las superposiciones, lejos de traicionar el estilo del artista, intensifican la esencia y el carácter de sus obras. 

Christopher, 2018  - Pierre Gonnord

Pierre Gonnord presenta dos retratos confrontados, el de una corneja disecada del Museo de Ciencias Naturales y el de un joven visitante del Prado que llamó su atención por su aspecto y su atenta contemplación de los cuadros. Con ello reflexiona sobre qué es lo que queda de una esencia viva al ser registrada fotográficamente o cuando pasa por el taxidermista.

 

Sin título, 2018 - Chema Madoz

Chema Madoz construye  una reflexión poética sobre el concepto de museo como contenedor de la obra de arte. En la primera fotografía los marcos sirven como metáfora de este al convertirse en parte del edificio. En la segunda, adquieren la forma de una escuadra y un cartabón, tal vez meditando sobre lo que el Prado tiene de guardián de la norma y del canon.

Endogamia 01, 2018 - Cristina de Middel

Las superposiciones de retratos de miembros de una misma dinastía que realiza Cristina de Middel dan como resultado una especie de monstruo. Se crea una imagen abstracta que destaca los rasgos característicos de esta familia en lo que supone una referencia a la endogamia y la perpetuación del poder en las mismas manos a lo largo del tiempo.

San Hermenegildo, 2018 - Isabel Muñoz

Isabel Muñoz se sumerge para fotografiar debajo del agua a sendos bailarines que, en su movimiento detenido, en vez de hundirse parecen elevarse ingrávidos en el vacío. Sus posturas y la ondulación de las telas nos recuerdan a las ascensiones a los cielos y a los santos y los rompimientos de gloria de la pintura barroca.

Isabel Muñoz, Javier Vallhonrat

Joan Fontcuberta

En la presentación de la exposición, que permanecerá abierta al público desde el 21 de septiembre hasta el 13 de enero del 2019, en la Galería baja norte del edificio Villanueva del Museo del Prado, estuvieron presentes ocho de los doce autores, quienes nos hablaron de su experiencia al formar parte de este trabajo coral, en el que cada uno de ellos aporta nuevos puntos de vista y nuevas perspectivas a la hora de contemplar las obras colgadas de las paredes del Museo.