Cabecera La Mirada Fotográfica

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jueves, 20 de junio de 2024

BÁRBARA BRÄNDLI, A LOS DOS LADOS DE LA CÁMARA


Comunidad yanomami de Mavaca,  región del Alto Orinoco, estado  Amazonas, Venezuela.1965 © Bárbara Brändli

CentroCentro presenta, dentro de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2024, la exposición Poética del gesto, política del documento, una retrospectiva de la fotógrafa Bárbara Brändli con casi 300 fotografías, muchas de ellas inéditas e incluidas en el archivo personal de Brändli. Una selección de imágenes que permitirán al espectador sumergirse en el universo de la creadora y que llegan a Madrid, gracias a la Colección C&FE, de Caracas. La muestra se complementa con objetos personales de la autora, así como algunos de los libros que publicó  y algunos documentos relacionados con su trabajo como la carta en la que se le comunica la concesión del Premio Nacional de Fotografía de Venezuela en 1994 junto al artista Claudio Perna y que reza así: “…sentimos especial admiración por su sensibilidad y respeto para nuestras etnias, tal como se evidencia en sus fotografías y en el libro Los hijos de la luna. Así mismo, es notable la poesía y el recogimiento que expresan sus imágenes de los pueblos andinos en Los páramos se van quedando solos…”

Sara, Chez Paul, 1964 © Bárbara Brändli / Colección C&FE

De origen suizo y corazón venezolano la fotógrafa Bárbara Brändli, una de las pioneras del fotolibro latinoamericano, nació el 21 de noviembre de 1932 en la ciudad suiza de Schaffausen. Durante su juventud estudió ballet en París y trabajó como modelo para  la revista Harper’s Bazaar. Sin embargo, su destino la llevaría al otro lado del objetivo fotográfico. En 1959, se mudó a Caracas junto a su esposo, Augusto Tobito, y fue allí donde encontró su verdadera vocación.

Fundación Danza Contemporánea, Caracas, 1962 © Bárbara Brändli / Colección C&FE

Fundación Danza Contemporánea, Caracas, 1962 © Bárbara Brändli / Colección C&FE

A lo largo de cinco décadas, ante su lente posaron artistas, músicos, actores, bailarines, artesanos, modelos, políticos y empresarios de la sociedad venezolana. Si bien Brändli es reconocida internacionalmente gracias a su libro Sistema nervioso (1975), incluido por Martin Parr en su selección de los mejores fotolibros (Fenómeno fotolibro, 2017), su legado contiene material fotográfico (y no fotográfico) inestimable para la memoria histórica latinoamericana.

Obra de teatro Godspell, 1972 © Bárbara Brändli / Colección C&FE

En 1959, a los 27 años de edad, se muda a Caracas con su esposo Augusto Tobito. El cambio, para Bárbara, no fue solo de residencia o hábitos cotidianos, sino que al saltar el charco también saltó a una nueva profesión. A través de nuevas amistades como el diseñador gráfico John Lange y otro artistas y creadores fue entrando en contacto con distintos campos de producción fotográfico. Si bien sus primeros trabajos se reducían a procesos de registro de danza y teatro, rápidamente se colgó la cámara al cuello y se adentró en el Amazonas. ¿Su objetivo? Conocer y capturar las costumbres y tradiciones intactas de los indígenas. 

Sexteto, 1975  © Bárbara Brändli / Colección C&FE

En su primer viaje al Amazonas, Brändli capturó las costumbres de la etnia Yanonami y luego exploró las etnias Makiritare y Sanemá, trabajos que expuso en el Museo de Bellas Artes de Caracas y en la Universidad de Los Ángeles. En torno a 1966, inició la producción del que es considerado uno de los fotolibros pioneros latinoamericanos: Los hijos de la Luna que finalmente fue publicado en 1974.
Uno de los principales valores de la obra de Brändli reside en la manera en que ella entendió la fotografía documental. El hecho de haber sido bailarina amateur y de haber trabajado como modelo para revistas y diseñadores antes de convertirse en fotógrafa le permitió comprender la importancia del gesto y la pose. Al mismo tiempo, esta experiencia podría haberla conducido a experimentar en carne propia el proceso de alienación al que el “sujeto” fotografiado es sometido al ser convertido en “objeto” de representación.

Los Andes, estado Mérida, 1978 © Bárbara Brändli / Colección C&FE



También es importante entender que para ella la fotografía era además una forma de establecer lazos, de tejer relaciones. “Estoy experimentando aquí tanto. No lo puedo creer y menos escribirlo”, escribió en su diario durante su primer viaje. Un viaje que debió ser duro y difícil, en ese momento el Amazonas no estaba tan explorado como ahora ni este tipo de viajes de la mano de una mujer eran lo normal. 
Alejandro León Cannock

En 1975, bajo el encargo de la Fundación Neumann realiza el fotolibro “Sistema Nervioso”, un regalo navideño para los empleados de la fundación que se describe como un poema visual dedicado a la ciudad de Caracas. El fotolibro, que hoy se considera una pieza de culto, plantea una mirada abierta sobre lo local en la que destacan las relaciones simbólicas entre el individuo y la ciudad. En él hay una búsqueda, como la propia Brändli dijo, de “mostrar lo caótico, la improvisación, el humor, lo grotesco y lo gráfico” de la vida de Caracas. Este poema visual dedicado a la ciudad de Caracas, es el resultado de la complicidad entre tres creadores. A las imágenes de Brändli se unieron los textos del dramaturgo, Román Chalbaud; todo a través de un proceso editorial magistralmente articulado por el tratamiento gráfico de John Lange, creador de un libro que, a partir de la inquietante cartografía de una ciudad enmarañada, se convirtió en testimonio de una época.


Años más tarde se pretendió realizar una segunda edición del libro, pero no fue posible y entonces se creó un nuevo fotolibro bajo el nombre de “Deconstrucción del Sistema Nervioso”. La fotógrafa no estaba conforme con el diseño del mismo ya que pensaba que sus imágenes perdían protagonismo y no lo aprobó. Las diferencias con el editor llevaron a una ruptura y éste no le devolvió las fotografías que más tarde vendería a Martín Parr. Cuando Parr la visitó en Venezuela llevaba las fotografías con él para que Brändli se las firmara pero ella se negó. 



“Mi creación es del presente inmediato. Aunque el rasgo sea premeditado, no creo en forzar ni el pasado ni el futuro.” y así lo demuestra “Así, con las manos” el cuarto fotolibro que publicó, en el que se aborda la vida y ritos de la artesanía venezolana. En esta obra, se aprecia una metodología que acompañará toda la carrera de Brändli: junto a las imágenes se muestran entrevistas a los protagonistas de esas imágenes. Una vez más, la conciencia de transmisión y preservación se hace presente en el trabajo de Barbara.

En 1986, publica uno de sus fotolibros más conocidos: Los páramos se van quedando solos, una obra que aborda los problemas agrícolas en los Andes venezolanos y la migración de los jóvenes a las ciudades. Este fotolibro, su último publicado en vida, refleja su preocupación por la desaparición de las  tradiciones rurales.


La exposición, comisariada por Alejandro León Cannock,  está estructurada en varias secciones que recorren las diferentes etapas de la creación de Barbara Brändli, desde sus primeros trabajos como modelo en París hasta sus diferentes proyectos sobre las etnias venezolanas o su visión personal de la ciudad de Caracas. Es tal y como ha comentado Marta Rivera de la Cruz, “Una exposición que explica ese recorrido vital, de ser fotografiada a ser fotógrafa; de estar a un lado u otro de la cámara.” 


La exposición podrá visitarse hasta el 22 de septiembre en la quinta planta de CentroCentro y es de acceso libre. 

Fotos de sala: © C. Meléndez







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