A mediados de la década de los sesenta, Danny Lyon establece su residencia en el número 39 de la calle Beckam, en el West Side Neoyorkino e inmediatamente es consciente de lo que está ocurriendo a su alrededor. La autoridades portuarias hicieron efectivo el derecho de dominio que tenían sobre los terrenos delimitados por el Washington Market y sus zonas limítrofes hasta el acceso al puente de Brooklyn, desahuciando a todo el mundo y arrasando la totalidad de la zona. Lyon decidió documentar este hecho y tras conseguir una beca del New York State Council of the Arts comenzó a trabajar en el proyecto.
El resultado final, ‘La destrucción del Bajo Manhattan’, es uno de los más importantes ensayos fotográficos del siglo XX con la ciudad como centro de atención. En él Danny Lyon documenta la demolición de 24 hectáreas de edificios del centro histórico de Nueva York que, mayoritariamente construidos en el siglo XIX, debían dejar sitio, entre otros, al nuevo World Trade Center. Un complejo que, por circunstancias completamente diferentes, también sería destruido tan solo treinta años después. Este trabajo es también un recuerdo de lo que fue, de las casas, de sus habitantes, de un lugar único con más de un siglo de historia que nunca más volvería.
Aunque la mayor parte de las fotografías que contiene el proyecto son edificios, el trabajo realizado por Lyon es también un retrato de las personas que vivieron allí, las habitaciones vacías la mayor parte de las veces, pero otras con objetos olvidados o simplemente dejados allí por sus antiguos inquilinos, los dibujos infantiles, los muebles, las maltrechas escaleras, todo ello ayuda a comprender como debió de ser la vida de aquellas personas. Y aunque en un principio tuvo algunos problemas para congeniar con los obreros, muchos de ellos veteranos de la primera guerra mundial y que no comprendían porque un hombre joven como él se dedicaba a hacer fotos en lugar de estar luchando en la guerra de Vietnam, finalmente consiguió llegar a un mutuo respeto con ellos e incluso a fotografiarlos durante la dura labor de demolición, que en su mayor parte se realizó a mano, o en los descansos realizados por éstos.
La exposición que nos muestra ahora el Museo ICO dentro del programa de PHotoEspaña 2020, y en la que el propio Lyon ejerce de comisario, reúne 76 fotografías de gran belleza y valor documental tomadas en torno al Puente de Brooklyn, Washington Market y la Calle West. Un recuerdo de lo que fue el Bajo Manhattan hasta su demolición en 1967, un lugar único que nunca más volvería a existir, con edificios que, en algunos casos, se remontaban a la Guerra de Secesión.
Las fotografías son, sin pretenderlo, el reflejo de un debate urbanístico que comenzó en 1960 y que aún está sin resolver. La constatación de la dualidad de pensamiento entre quienes abogan por una ciudad amable y tranquila, con costumbres de barrio arraigadas, con gente por la calle, niños jugando y pequeños comercios (Jane Jacobs) y, por otro lado, quienes propugnan una renovación urbana más especulativa, con edificios modernos y una infraestructura potente para facilitar el uso del automóvil, que cambia por completo el concepto urbano (Robert Moses).
El autor, impresionado por la destrucción completa de una de las esencias neoyorquinas, reflexionó sobre el valor emocional que tenían esas construcciones y anotó en un cuaderno vació que encontró en uno de los edificios y que siempre llevaba consigo las siguientes palabras: “Observo los edificios como si fueran fósiles de un tiempo pasado. Estos edificios ya eran utilizados durante la Guerra de Secesión. Sus habitantes han muerto, pero los edificios siguen aquí, olvidados mientras la ciudad crece a su alrededor.”
el Museo ICO muestra al completo ‘La Destrucción del Bajo Manhattan’ y publica, en colaboración con Aperture, la edición facsímil en español de una obra fundamental que, como pocas antes y después, ha sabido captar la esencia de una ciudad que desaparecía, de su arquitectura y de sus últimos habitantes. Un libro que, publicado originalmente por The Macmillan Company en 1969, se convirtió en una obra de culto y en un objeto de coleccionista.
La exposición se completa con la serie ‘Un álbum: Europa, verano de 1959’, una selección de 24 fotografías inéditas y nunca antes expuestas, las primeras de su carrera, tomadas por Danny Lyon con una Exa de 35 mm. durante un viaje a Europa con su hermano. Entre ellas hay varias realizadas en España.
La muestra se podrá visitar del 16 de septiembre de 2020 al 17 de enero de 2021 en el Museo ICO, situado en la calle Zorrilla, 3, de Madrid. El horario de visitas es de martes a sábado, de 11 a 20 horas. Domingos y festivos, de 10 a 14. Todos los lunes, el 25 de diciembre y el 1 de enero, el Museo permanecerá cerrado. La entrada es gratuita.
Todas las fotografías de este artículo llevan © Danny Lyon
Muchas gracias por la información
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