MUSEO ICO
C/ Zorrilla, 3 MADRID
Hasta el 10 de Septiembre de 2017
La Fábrica edita Gabriele
Basílico. Entropía y espacio urbano,
una retrospectiva de la obra del fotógrafo milanés a través de 150 imágenes
tomadas en ciudades como Milán, París, Berlín, Beirut, Rio de Janeiro o Madrid.
Este libro acompaña a la
exposición homónima que el Museo ICO acoge dentro de la Sección Oficial de
PHotoESPAÑA 2017, que ofrece una completa retrospectiva de uno de los autores
que mejor supo captar la esencia de los paisajes urbanos.
En Física, la entropía es una
magnitud que indica el grado de desequilibrio y caos de un sistema y hace
mención a un desorden existente dentro de ese sistema y supone, además, que de
ese desorden puede surgir un nuevo sistema de equilibrio u homogeneidad. Este
concepto, como a Basilico, ha llamado la atención de muchos teóricos del arte,
ya que habla de una cierta tendencia al equilibrio a partir del caos. La
intención de la muestra es aplicar este concepto al estudio de la obra de
Basilico y su evolución, desde sus primeros estudios formales de las fachadas
de fábricas milanesas a la aceptación de la complejidad de los sistemas urbanos
de las metrópolis modernas.
Entropía y espacio urbano explora
la evolución estilística y conceptual de Basilico a lo largo de su carrera,
desde la mirada romántica de sus inicios, en la que persigue un orden visual en
el aparente caos de las metrópolis posmodernas, hasta sus trabajos de madurez,
siempre con la arquitectura en el punto de mira. El título hace referencia a
esa evolución conceptual de Basilico a lo largo de su carrera e intenta mostrar
el cambio operado en ella.
El libro cuenta con cinco
secciones de fotografías y tres textos: una introducción de Giovanna Calvenzi,
viuda de Basílico; un ensayo del comisario de la exposición, Ramón Esparza, y
una entrevista al arquitecto milanés Stefano Boeri –con el que Basilico
colaboró en diversas ocasiones– realizada por Emilia Giorgi.
La serie Milán, retratos de
fábricas fue la primera dedicada por Basilico a la arquitectura. Como señaló el
propio autor: «Por primera vez “he visto” las calles y con ellas, las fachadas
de las fábricas siluetearse de forma nítida contra un cielo inesperadamente
azul, gracias al cual la visión cotidiana de las formas se volvía insólita».
En Puertos marítimos, Basilico
reflexiona sobre la relación del mar y la ciudad con imágenes tomadas en
ciudades marítimas de Francia.
En 1991, Basílico viajó a Beirut,
invitado por la escritora libanesa Dominique Eddé, junto a Raymond Depardon,
Robert Frank, Josef Koudelka y Fouad Elkoury, para documentar el centro de la
ciudad tras veinte años de guerra. En este proyecto, Basílico desarrolla al
máximo uno de sus principales temas fotográficos: la idea de la pérdida, el
sentimiento romántico de la ruina. Esta aproximación emocional al territorio
desaparecerá en el proyecto Secciones del paisaje italiano, que presentó junto
al arquitecto Stefano Boeri en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 1997.
A partir de este proyecto, la
mirada de Basilico cambia radicalmente. Sustituye la visión del viajero
romántico por la del viajero moderno, y su búsqueda estética se centra en la
articulación de una nueva mirada que le lleva a centrarse en la ciudad. Esta
nueva visión se trasluce en las imágenes de la última sección del libro,
titulada En otras ciudades, que incluye imágenes tomadas en Milán, Madrid,
París, Berlín, Estambul o Rio de Janeiro. Son trabajos que muestran ciudades
actuales, lugares discontinuos que avanzan, retroceden y dan saltos dejando
espacios yermos en medio, desde la personal perspectiva de Gabriele Basilico.
Gabriele Basilico nació en 1944
en Milán, ciudad en la que falleció en 2013. Comenzó a fotografiar paisajes
urbanos a principios de los setenta, tras graduarse en la Facultad de
Arquitectura. Su primer proyecto, Milano, ritratti di fabbriche (1978-80),
mostraba la zona industrial milanesa. Tras presentar en 1983 su primera
exposición importante, participó en 1984 y 1985 en la Misión Fotográfica DATAR.
Siguiendo la tradición de hacer fotos con un tomavistas, viajó por la costa
francesa de Nord-Pas-de-Calais para captar imágenes de puertos, ciudades
marítimas y costas. En 1990 obtuvo en París el Grand Prix International du Mois
de la Photo [Gran Premio Internacional del Mes de la Foto]. En 1991 participó,
junto a un grupo de fotógrafos internacionales, en la misión fotográfica que se
organizó en la ciudad de Beirut al finalizar la guerra.
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