Cabecera La Mirada Fotográfica

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lunes, 6 de junio de 2022

JAVIER CAMPANO. EL OJO ERRANTE

Javier Campano. Nueva York, 1983. Archivo La Fuente

Decía Javier Campano que hay que ser viajero hasta en la ciudad en la que uno vive y de eso él sabe mucho, de recorrer el mundo con alma nómada con un ojo puesto en  el visor de su cámara y el otro alerta para descubrir todo lo que una ciudad puede ofrecerte si eres capaz de abrir la mente y la mirada, aunque esa ciudad sea la tuya, la que cada día recorres y en la que en cualquier calle, en cualquier momento, se te pueden manifestar cosas nuevas. 

El Museo Lázaro Galdiano en colaboración con el Archivo Lafuente, se adhiere a PHotoEspaña en su 25 aniversario con una exposición que transmite la emoción y la belleza de lo que ya no está aquí, de un pasado que fue y que nos ha dejado en el recuerdo una melancolía que se refleja en las fotografías de los años setenta y ochenta de del siglo pasado realizadas por Javier Campano en algunos de sus viajes por el mundo, o en su pasión por recorrer las calles de su ciudad como un marinero que regresa a tierra después de una larga travesía, con la necesidad de reconocer de nuevo lo que dejo atrás. 

Javier Campano. Italia, 1975. Archivo La Fuente

Javier Campano. Tenerife, 1987. Archivo La Fuente

El Fondo Javier Campano en el Archivo Lafuente consta de unas ochocientas cincuenta fotografías en blanco y negro -vintage en su mayoría- junto con más de mil negativos de trabajo y material impreso (carteles, publicaciones y recortes de prensa). De ese fondo se han seleccionado más de ciento cincuenta fotografías, además de material documental, para un recorrido que pretende captar la esencia de un estilo callejero y despojado de artificios: como fotografías del año 1975 tomadas en las calles de Madrid, el encargo para la exposición de 1976 "Racionalismo Madrileño 1920-39. Luis Lacasa", las series dedicadas a Egipto (1976), Italia (1975-1976) o su viaje para la revista Poesía a Estados Unidos (1983). 

Javier Camapno. Madrid, 1975. Archivo La Fuente

Javier Camapano. Madrid, 1977. Archivo La Fuente

Asimismo, el recorrido reúne imágenes tomadas en otros lugares del mundo y de España y una serie de retratos de personajes públicos. A través de los elementos comunes (letras, números, paredes, grietas, carteles, cines y cielos) que conforman el hilo invisible de su trabajo, Campano atrapa el misterio de un instante. Una seña de identidad cuyo secreto desvela el propio Campano, con el talento y la humildad de los grandes maestros, cuando responde a la pregunta de qué es lo que le gustaría transmitir con su trabajo: "Emoción. Aunque también pasar el testigo, que la gente se fije más en lo que tiene alrededor. Enseñar y dar. Enseñar a mirar y a descubrir".

© C. Meléndez

Campano, de formación autodidacta como la mayoría de los fotógrafos de su época, encontró un punto de apoyo para sus inquietudes en la escuela Photocentro y la revista Nueva Lente. Pero fue por medio de su hermano, el pintor Miguel Ángel Campano como comenzó a trabajar de forma profesional haciendo reproducciones de obras para museos y galerías de arte para libros y catálogos.  Al mismo tiempo que realizaba trabajos por encargo sacaba tiempo para dar largos paseos por Madrid y aplicar sus conocimientos recién adquiridos que si bien le habían enseñado mucho de arte, le habían enseñado sobre todo y fundamentalmente a mirar. 

© C. Meléndez

Sus viajes empezaron cuando aún trabajaba en el banco. Aprovechaba las vacaciones, siempre fuera de temporada, para ir a Italia, Francia o Egipto y pasaba allí todo el mes o el tiempo para que le diera el dinero, fotografiando las ciudades como si se trataran de la suya y obviando los puntos turísticos de las mismas. Los edificios, las vallas publicitarias, los cielos, las fachadas de los cines llamaban su atención tanto o más que las gentes que circulaban por sus calles. 
En Madrid, su ciudad natal, cada domingo salía a hacer fotos, sin rumbo, paseando por distintos barrios y buscando temas que le interesaran, la geometría, las letras, los números, los colores se convirtieron en sus obsesiones, y aunque a veces intervenía el azar, nunca realizaba una foto sin más. Volver a casa sin haber capturado ninguna imagen interesante podía llegar a ser muy decepcionante. Era, como dice el autor, como ir a pescar y volver con las manos vacías. Pero no importa donde haya realizado sus fotografías Javier Campano, porque en uno u otro lugar, sus imágenes transmiten emoción y es que la nostalgia y la melancolía son de algún modo inherentes a la fotografía. 

© C. Meléndez

La muestra, que lleva por título El Ojo Errante 1975-1987, y  ha sido comisariada por Elsa Fernández Santos, podrá visitarse en la Sala Pardo Bazán, Edificio  La España Moderna, del Museo Lázaro Galdiano hasta el 28 de agosto de martes a domingo en horario de 9:30 a 15:00 horas. La entrada es gratuita. 



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