Casa de América.
Calle Marqués del Duero, 2 MADRID
Del 27 de mayo al 31 de julio de 2016
José A. Figueroa fue
asistente, amigo y colaborador de Alberto Korda, en el Studio Korda, en La
Habana, entre 1964 y 1968, época en la que reflejó y reivindicó la imagen de su
generación, la generación beat, faceta poco conocida de la Cuba de los años
sesenta. También en esos años inició su conocido ensayo Exilio (1967-1994), a
partir de la documentación de la emigración de sus familiares y amigos hacia
Estados Unidos y el éxodo por mar de 35.000 cubanos en el verano de 1994. Entre
1968 y 1974 trabajó como fotorreportero de la revista Cuba Internacional,
similar en formato y concepción a LIFE, y una de las más reconocidas revistas
cubanas por la calidad de sus ensayos fotográficos, diseño y periodismo de
investigación. Sus fotos, concebidas como series o ensayos, incluyen las
transformaciones del campo cubano (El camino de la sierra, 1969-1986); la
guerra en Angola (1982-1983); la crisis económica cubana tras el colapso del socialismo
en Europa del Este (Proyecto Habana, 1990-1996); la caída del Muro de Berlín
(Mayo-Julio 1990); y Nueva York el 11 de Septiembre de 2001; entre otros temas.
'Und Jetzt? (¿Y ahora
qué?/What now?)', comisariada por Cristina Vives, esposa y colaboradora de
Figueroa, es un ensayo hecho desde la
perspectiva de un cubano que abrió una interrogante aún no respondida: ¿Y ahora
qué?
Todas las fotografías
que José A. Figueroa (Cuba, 1946) tomó en Berlín entre mayo y julio de 1990,
agrupadas bajo el título Und Jetzt?, fueron hechas desde el lado este del muro,
una zona que sentía todavía segura según las leyes migratorias vigentes entonces
para los cubanos. Casi todas las imágenes versan sobre «el muro», ese
protagonista que se desmoronaba frente a sus ojos tan rápidamente como fue
construido. Las pocas personas que aparecen en sus fotografías sugieren solo
sus estados de ánimo: soledad, dolor, curiosidad, temor, osadía.
Movido por una mezcla de
respeto y consternación, Figueroa decidió no usar sus cámaras profesionales,
como lo hacían cientos de fotógrafos del mundo en esos días, sino utilizar una
cámara compacta para turistas. Fotografió sin perturbar a nadie. Fue así que
registró ese momento histórico: inmerso en una circunstancia que sintió también
suya.
Cristina Vives se encontraba
en Berlín la noche del 8 de Noviembre de 1989, cerca de la puerta de
Brandeburgo, estaba sola y asustada por que empezó a reunirse un gran número de
gente y se corrió el rumor de que el muro estaba cayendo. Llamó a su esposo a
La Habana para que él supiera que algo grande estaba sucediendo y para que éste
tuviera noticias de primera mano de lo que allí ocurría. En Mayo de 1990,
Cristina volvió a Berlín Oriental, esta vez con Figueroa, para acudir a la
apertura de la exposición organizada en la Haus der Jungen, Sólo acudieron unas
pocas personas, ya que la mayoría de los artistas e intelectuales de la ciudad
estaban en una manifestación pidiendo la unión de las dos Alemanias. Los
organizadores de la exposición de Figueroa, al prepararla desconocían en toda
su dimensión lo que estaba ocurriendo en Europa y el impacto mundial que
supondría para sus vidas. Al día siguiente José A. Figueroa salió a la calle y
empezó a fotografiar todo lo que allí estaba sucediendo.
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