SALA ALCALÁ 31
C/ Alcalá, 31 MADRID
Del 20 de Junio al 5 de Agosto
la Sala Alcalá 31 de la Comunidad
de Madrid ha inaugurado la exposición ‘Imprimatur’, de la polifacética artista
Montserrat Soto. La muestra está comisariada por Alicia Murría y organizada por
la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid. Podrá
verse desde el 21 de junio hasta el 5 de agosto de 2018 y forma parte de la
Sección Oficial de PHotoEspaña.
La palabra Imprimatur, que da
título a esta exposición, es el término latino (que se traduce comomImprímase’)
con el cual el Tribunal de la Santa Inquisición aceptaba la publicación de un
texto. En ‘Imprimatur’, un proyecto en el que ha trabajado durante la última
década, Soto hace un recorrido sobre la pintura desde la Edad Media a la
Ilustración, pero no habla de su factura, del color, de la luz, de su interés
plástico o sus aportaciones: sus imágenes se detienen en el libro, en su
presencia a lo largo de la historia de la representación, pinturas donde el
libro es protagonista o tema relevante.
Estas imágenes hablaron
en su tiempo de
las verdades inmutables
a través de la iconografía de santos o de intelectuales
casi siempre vinculados a la Iglesia católica.
Montserrat Soto afirma: “Pensé que sería interesante rastrear la iconografía del libro en el arte, buscar la memoria del libro en la pintura y la escultura. En uno de mis trabajos anteriores, titulado Archivo de Archivos, que realicé entre 1998 y 2006 en colaboración con Gema Colesanti, y de cuya serie aparece alguna imagen en esta exposición, ya había trabajado sobre la evolución de la memoria desde sus primeras manifestaciones y sus diversas tipologías de registro, y las comparé con la memoria que actualmente se está desarrollando con la introducción de las nuevas tecnologías”.
A través de 51 fotografías, una
escultura y dos videoinstalaciones, Soto incide en la manera en que se ha
construido nuestra herencia cultural, de la memoria, y también de su ausencia,
de lo que no fue autorizado, de lo que fue borrado, de la censura y de la
autocensura.
En palabras de Álvaro Ballarín, “Montserrat
Soto nos invita a reflexionar sobre el libro como transmisor de conocimientos y
el control que, sobre el mismo, han intentado ejercer los poderes fácticos a lo
largo de la historia.
La exposición incluye una amplia serie, titulada “Dato Primitivo”, que compone la reunión fotográfica de pintura antigua, así como dos videoinstalaciones sobre sendas figuras históricas que sufrieron la censura: “Sin título. Vídeo espacio”, que se centra en el proceso contra Galileo y el libro que publicó en contra del geocentrismo de Ptolomeo, y “Dato Primitivo 4. 1781. Caso Goya”, en el que el pintor aragonés rechaza de pleno la limitación a su autonomía como artista que ejerció la Junta de La Fábrica de la Basílica del Pilar de Zaragoza tras realizarle el encargo de unas pinturas.
© Guillermo Gumiel
Monstserrat Soto establece un
paralelismo entre la censura sufrida por los libros a través de la historia e
internet y sus formas de acceso y control, escondidas bajo su apariencia de
accesibilidad e imparcialidad. Para ello, incluye como cierre de la exposición
algunas referencias al pasado reciente (la quema de libros en la Alemania nazi)
y al presente (la destrucción de obras artísticas por parte del islamismo
radical), con especial atención a la incidencia de internet en la conservación
de la memoria.
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